La Cámara de Diputados ratificó hoy el veto a la Ley de Financiamiento Universitario con 159 votos a favor, 86 en contra y 5 abstenciones, en lo que fue una nueva negociación certera del Gobierno con sectores de la oposición. 

La Cámara baja tuvo la presencia de 249 diputados, por lo cual la oposición necesitaba 166 votos para rechazar el veto presidencial. Sin embargo, 86 legisladores, la mayoría del PRO y La Libertad Avanza, blindaron el veto de Javier Milei. Ocho diputados estuvieron ausentes.

Una de las principales novedades estuvo en Catamarca. Unión por la Patria votó casi por unanimidad a favor de rechazar el veto. Sin embargo, la excepción fue la diputada Fernanda Ávila, quien decidió quedarse en su despacho tras la negociación del Ejecutivo con el gobernador Raúl Jalil

Esto genero ruidos internos en el Partido Justicialista de la provincia. En un comunicado, el espacio peronista criticó a la legisladora por su decisión de no bajar al recinto para acompañar a la gran mayoría de sus compañeros de bancada. “Nos obliga a repudiar su comportamiento”, manifestaron.

A esto se sumaron otros gobernadores dialoguistas que facilitaron el blindaje al veto, como los casos de Ignacio Torres (Chubut), Claudio Vidal (Santa Cruz) y Hugo Passalacqua (Misiones), muchos de ellos nucleados en el bloque Innovación Federal, que tuvo cuatro abstenciones.

En tanto, los diputados tucumanos que responden a Osvaldo Jalil se alinearon a La Libertad Avanza a favor de sostener el veto. La otra diputada tucumana del bloque Creo, Paula Omodeo, también votó junto al oficialismo.

Otra sorpresa estuvo en Córdoba con la ausencia de la diputada schiarettista Alejandra Torres, de Encuentro Federal. La legisladora lo comunicó por Twitter y generó sorpresa en sus propios compañeros, que se enteraron por esa vía de comunicación.

 A esto se sumó también el comportamiento de los radicales que hoy responden al Gobierno y que ya hicieron esta jugada en el veto a la Ley de Movilidad Jubilatoria. Mariano Campero (Tucumán), Luis Picat (Córdoba), Martín Arjol (Misiones) y Federico Tournier (Corrientes) votaron con el Gobierno. Otro que tuvo una actitud colaboracionista fue Pablo Cervi, quien no votó con el oficialismo pero sí facilitó su postura con la abstención.