Este jueves el Senado le dio media sanción al proyecto de Ley de Etiquetado Frontal de Alimentos, que establece la colocación de una serie de sellos en la parte delantera de los envases de productos con altos contenidos de sodio, azúcares, grasas saturadas, grasas totales y calorías. 

El principal objetivo del proyecto es combatir los problemas de soprepeso y obesidad, que el propio Ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, definió como "la pandemia más silenciosa y dura desde el punto de vista de los sistemas de salud", cuando comenzó el debate. 

El rotulado frontal es una política recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que obtuvo resultados exitosos en otros países. En la Cámara Alta, el proyecto obtuvo 64 votos a favor y apenas 3 en contra en una sesión mixta. Los negativos fueron de las tucumanas Beatriz Mirkin y Silvia Elías de Pérez, y de la riojana Clara Vega.

"Apoyo una ley que contribuya con una alimentación saludable pero este planteo perjudica de manera injusta a nuestra principal industria", dijo Mirkin, del Frente de Todos, en referencia a la producción azucarera tucumana. "Es la industria madre de nuestra provincia", agregó la radical Elias de Pérez. Es el mismo argumento detrás del cual se para el Grupo Ledesma, de Carlos Blaquier.

En el país, según datos del Indec y de la Secretaría de Salud de la Nación del 2019, seis de cada 10 personas presentan sobrepeso y obesidad. El presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), Daniel Funes de Rioja, expresó las coincidencias de esa cámara en la "preocupación por el sobrepeso y la obesidad".

Sin embargo, algunos sectores empresarios aseguran que esta Ley podría "apuntar a la demonización de los algunos productos". De todas formas, Funes de Rioja agregó que los empresarios tienen "voluntad política". "No nos oponemos al etiquetado frontal para proteger e informar al consumidor", agregó en la previa del debate en el Senado.