A las pocas horas de acomodarse en su despacho, Martín Insaurralde puso fecha y hora y citó a todos los intendentes propios para verlos cara a cara desde nuevo lugar. En solo diez días el jefe de Gabinete dejó en claro para qué lo llamaron e impuso de buenas a primeras su verdadero rol.

Con la impronta de par, Insaurralde recibió los reclamos de los jefes comunales: infraestructura, coparticipación, IOMA. Todas deudas que él también vivió como intendente de Lomas de Zamora y que, sabe, no son fáciles de resolver. Sin embargo, todos los jefes comunales se fueron con la misma sensación.

Hablar con un intendente hace todo más fácil. Entiende tus demandas y por qué se las llevás. No es en detrimento de Carli Bianco, quien fue un gran ministro, pero nos hace más fácil la comunicación”, le dijo a Data Clave un jefe comunal del Conurbano.

Insaurralde recibió ayer a los intendentes de la cuarta y séptima sección. El miércoles había sido el turno de los de la segunda y la sexta. En dos días, el jefe de Gabinete se anotició de la situación de cada uno y tomó nota.

Con los jefes comunales de la séptima

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Con ese accionar, el lomense confirmó su rol como conciliador. “Con Carli tuve buenas y malas y con Teresa lo mejor porque te escucha siempre, el tema es que no te resolvía nada”, agregó uno de los jefes comunales del interior a Data Clave antes de afirmar que “Martín nos devolvió en diez días una deuda que tenía Axel con nosotros de sentarnos y poder conversar a la cara”.

Los intendentes sienten que, más allá de la pandemia, nunca pudieron enderezar el vínculo con Kicillof. Ninguno olvida la promesa previa del gobernador: “Voy a gobernar muy cerca de los intendentes, nada puede hacerse sin ellos”.

El ahora jefe de Gabinete tomó el lugar de Carlos Bianco, el conductor del Clío con el que Kicillof llegó a la gobernación tras recorrer uno por uno de los distritos de la Provincia. Sin embargo, aquel acto de campaña quedó lejos. Y las diferencias internas empezar a sonar con más fuerza después del resultado de las PASO.

La llegada de Insaurralde ayudó a contener a los intendentes quienes también debieron sufrir derrotas impensadas en su pago chico, algo que para muchos de ellos está relacionado con la Nación y con la Provincia.

De esta manera, el lomense cada vez da pasos más firmes dentro del ejecutivo provincial, con quienes ayer mantuvo su primer encuentro general como parte del gabinete y horas después recibió al Foro de Intendentes radicales, un grupo de boinas blancas del interior que no solo fueron a presentarse sino también a llevar sus reclamos. “Nos volvimos todos muy contentos. Tratar con un par hace las cosas más fáciles”, sostuvo el radical Daniel Cappelletti a cargo de Brandsen.

Con el ministro de Justicia, Julio Alak.

En pocos días Insaurralde dejó a la vista que no es uno más dentro del Ejecutivo. Su figura de peso incluso lo llevó a reunirse con los integrantes de la Suprema Corte bonaerense y con el ministro de Justicia provincial, Julio Alak, con quienes acordó una agenda en común, a la espera de que los resultados electorales acompañen al Frente de Todos para poder cubrir los cargos todavía pendientes.