El nuevo triunfo del peronismo cordobés empuja a Bullrich a repensar una alianza con Schiaretti
El gobernador y aspirante presidencial quedó bien posicionado tras otro triunfo local en la provincia con el segundo padrón nacional. La apertura hacia un frente de frentes post-octubre y otro golpe a favor de Larreta.
“Los hice venir al pedo”. Fiel al estilo cordobés, el candidato de Juntos, el diputado nacional Rodrigo De Loredo, no dio vueltas a la hora de dirigirse a Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, quienes viajaron hacia la capital de Córdoba para fotografiarse con el ganador.
Las cosas no salieron según lo que mostraban las encuestas y el radical se convirtió en el gran perdedor de las elecciones cordobesas no solo al caer por más de siete puntos ante el ante el actual viceintendente del peronismo cordobés, Daniel Passerini, sino también porque en la previa se corrió de la puja provincial para dejarle su lugar a Luis Juez, quien también cayó derrotado en la elecciones del pasado 26 de junio.
Sin embargo, la foto de la derrota con De Loredo flanqueado por ambos precandidatos presidenciales podría convertirse en el nuevo kilómetro cero de la oposición. Sucede que, con los resultados sobre la mesa, la elección sirvió para volver a juntar a Larreta y Bullrich en una imagen que, pese a no ser la buscada, empuja a a los principales referentes del PRO a rediscutir las ventajas y las contras de poder asociarse, en términos políticos, con el referente del peronismo no kirchnerista y aspirante nacional, Juan Schiaretti.
Larreta viajó a Córdoba a sabiendas de que cualquier resultado podría dejarlo bien parado. De Loredo forma parte del riñón de Martín Lousteau, su candidato moral para la jefatura de Gobierno porteño; mientras que Passerini es la carta que dejó el nuevo gobernador cordobés, Martín Llaryora, para poder llevar adelante un tándem de gestión y, a la vez, consolidar la fuerza de Schiaretti en la segunda provincia con mayor padrón electoral.
Rápido de reflejos, el actual mandatario provincial, quien comparte el binomio nacional con Florencio Randazzo, redirigió su triunfo y, en vez de apuntarle a Juntos, arremetió con el kirchnerismo. “Siempre estuvimos enfrentados con los k. El kirchnerismo salió séptimo, no sacaron el 0,5%. El peronismo de Córdoba no tiene nada que ver con los K. Los K están enfrentados a la ciudadanía de Córdoba”, aseguró en declaraciones formuladas en radio Mitre.
Y agregó: “Por otro lado, nosotros entendemos que para gestionar mejor necesitamos un gobierno de coalición, como hicimos en Córdoba. Nuestra vicegobernadora electa es radical. El viceintendente viene del PRO. Eso no significa que se dejen de lado las identidades de cada uno, pero tenemos la capacidad de sacarnos la camiseta partidaria y ponernos la de Córdoba. Podemos pensar distinto pero vamos a gestionar juntos para que la sociedad cordobesa siga adelante”.
No fue una declaración al paso. Se trató de un mensaje directo para Patricia Bullrich, quien fue la primera en negar la posibilidad de que Schiaretti sea parte de un frente de frentes para dar la pelea nacional. "Lo bueno hubiera sido hacer un frente de frentes antes de las PASO, ahora volveremos a hablar de este tema después de la primera vuelta del 22 de octubre, si es que hay voluntad de hacerlo por parte de las otras fuerzas”.
La voluntad del lado de Larreta, está. Ya lo demostró cuando intentó sumarlo, algo que sí logró con José Luis Espert. Sin embargo, el resultado electoral de Córdoba abre una ventana hacia adentro de Juntos.
Cabe recordar que en la previa electoral, Schiaretti había sido claro al manifestar que "tanto Macri como Bullrich eligieron profundizar la grieta, lo mismo que hace el kirchnerismo”. Ahora, lo que queda por ver es si todavía hay tiempo para sanar las heridas. Y quiénes serían los principales beneficiados con un acuerdo que, en Santa Fe,