La llegada de Javier Milei al Gobierno generará fuertes cambios en un área tan sensible para la sociedad como lo es el ministerio de Educación: además de perder el rango ministerial, el presupuesto 2024 indica que recibirá menos fondos para invertir.

El Presidente electo confirmó por medio de sus redes que Carlos Horacio Torrendell será el nuevo secretario de Educación. El Ministerio que actualmente preside Jaime Perczyk será una Secretaría y estará bajo la órbita del Súper Ministerio de Capital Humano que comandará Sandra Petovello.

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X de Oficina del Presidente Javier Milei

Torrendel es doctor en Ciencias de la Educación y profesor universitario graduado por la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA). Fiel al pensamiento libertario, tiene en la publicación de varios libros y ensayos defendiendo el sistema de enseñanza privada.

El propio Milei advirtió que, aún en contra de sus principios, la educación seguirá siendo pública en la Argentina. En principio, en su mandato no estará contemplada la idea de que la educación se rija bajo el sistema de vouchers que se aplica en Chile y en un puñado de países.

Pero el desafío para el flamante secretario de Milei no será la privatización, sino que liderará una cartera que recibirá menos presupuesto que antes. Un informe de la organización Argentinos por la Educación asegura que el Presupuesto 2024 contempla menos fondos para el área educativa.

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X de Argentinos por la Educación

A falta de tratamiento en el Congreso nacional, el informe indica que la secretaría de Educación de la Nación recibirá el 5,34% de los recursos nacionales, lo que implica una caída con respecto al 6,02% asignado en 2023. La inversión nacional en educación representa alrededor del 25% del presupuesto educativo público; el restante 75% corresponde a las provincias.

Fuente: Argentinos por la Educación

Si se analiza el presupuesto según funciones, lo asignado a “Educación y Cultura” aumentaría un 87,2%. Esta función equivale al 6,94% en 2023 y al 7,16% en 2024

A pesar de esta merma en los ingresos, el área de Educación se mantiene como el 5° lugar con mayor presupuesto. Más de la mitad de los recursos serán para educación superior (55,4%), seguido del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) y compensaciones salariales (14,2%), y las becas a estudiantes (11,8%).

Fuente: Argentinos por la Educación

En comparación con 2023, los programas del Ministerio de Educación que más aumentarían su peso relativo en 2024 son “Gestión Educativa y Políticas Socioeducativas” (+44,7%), “Conectar Igualdad” (+33,7%), “Cooperación e Integración Educativa Internacional” (+23,8%) y “Fortalecimiento Territorial y Acompañamiento de Organizaciones Educativas” (+17,05%).

En cambio, las mayores caídas en participación serían en “Infraestructura y Equipamiento” (-32,63%), “Actividades Centrales” (-28,2%), “Información y Evaluación de la Calidad Educativa” (-27,1%) y “Fortalecimiento Edilicio de Jardines Infantiles” (-19,3%).

Uno de los aspectos que más preocupa respecto al Presupuesto es la disminución en el financiamiento asignado a la infraestructura de jardines de infantes, al equipamiento y otros aspectos edilicios mientras se incrementan los recursos para otros fines.

El otro dato preocupante que marca el informe es que el pico máximo de inversión en educación se dio en 2015, el último año en el que se cumplió con la meta de invertir el 6% del PBI. “Desde el año 2018 en adelante, nunca se volvió a alcanzar niveles similares de inversión en educación por parte de la Nación”, describen.

Por otra parte, refrescan que el mínimo de inversión en términos del PBI se dio en 2019 alcanzando 1,08% de ejecución en educación sobre el total del PBI. A partir del año 2019, la inversión en estos términos fue creciendo de forma continua alcanzando 1,27% en el año 2022.

El Presupuesto 2024 todavía no fue aprobado en el Congreso por un pedido de Milei al Gobierno saliente para que no tenga tratamiento hasta su asunción. En el entorno del libertario le quitan relevancia a esto y recuerdan que el propio Alberto Fernández gobernó un año sin presupuesto. Pero hay una realidad que se sostiene: de 2015 en adelante, la educación dejó de ser una prioridad para la dirigencia política.