El gobierno provincial cree que detrás de las demandas policiales hay una mano política
El levantamiento de un sector de las fuerzas de seguridad bonaerenses encendió las alertas en el entorno de Kicillof ¿Cómo se gestó la intensa jornada de protestas y quiénes las encabezaron? Desde el oficialismo vinculan a dirigentes y ex funcionarios macristas con los incidentes.
Las movilizaciones de los representantes de la Policía Bonaerense empezaron, en concreto, cerca del mediodía del lunes. Los reclamos por mejoras salariales crecieron de manera exponencial hasta terminar con una marcha en la puerta de la residencia oficial de Axel Kiciloff, pasada la medianoche. Sin embargo, la mecha estaba estaba encendida desde hace días.
La Plata y Almirante Brown fueron los dos epicentros de un conflicto que se expandió en buena parte del Área Metropolitana y llegó incluso al interior provincial. En el primero por una cuestión lógica, casi institucional. La convocatoria empezó frente al ministerio de Seguridad y pasó por casi todas las esquinas emblemáticas vinculadas al Ejecutivo de Buenos Aires. En el segundo, según reconocen algunos integrantes de la fuerza, por un tema práctico: fue precisamente en Brown donde la protesta empezó a tomar calor y muchos representantes de otros distritos se sumaron a ese punto.
Un grupo de policías retirados y exonerados, acompañados por algunos familiares, fue el que comenzó con una iniciativa que pasó rápidamente de las redes sociales a la calle. Entre los primeros manifestantes había una notable mayoría de gente que ya no está en servicio. "Empezó en Almirante Brown porque fueron los primeros en bancársela, no era fácil tomar una decisión así, aunque se venía hablando", cuenta un agente de otro distrito que se movilizó hasta ahí en horas de la tarde. Quilmes, Berazategui, Avellaneda, Florencio Varela, Lomas de Zamora y La Matanza también aportaron policías al masivo reclamo del sur del Gran Buenos Aires.
Arrancó después un efecto dominó. Cuando la movilización en el municipio que conduce Mariano Cascallares tomó forma, se sumaron cada vez más dependencias. El reclamo, por supuesto, los atravesaba a todos. "Desde que empezó la cuarentena no recibimos ni un peso", repetían. En La Plata, mientras tanto, una tímida marcha de las primeras horas de la tarde con algunas bocinas y aplausos descoordinados terminó con una visita nocturna a la residencia de 5 y 53 con el objetivo de "no dejar dormir a Kicillof", según aseguran los allí presentes. El Gobernador y el ministro Berni fueron los funcionarios más solicitados por los policías. "No hubo nunca en la historia de la Bonaerense una manifestación de estas características", señala un importante dirigente peronista del Conurbano.
Desde el entorno del Gobernador se animan a hablar de "un intento desestabilizador" y entienden también que hay una clara intencionalidad política. "Son sectores radicalizados motorizados por políticos irresponsables", afirma una fuente de primera línea de la Provincia de Buenos Aires, al mismo tiempo que apunta directamente hacia un nombre propio: Florencia Arietto.
La ex asesora del ministerio de Seguridad nacional que manejaba Patricia Bullrich durante el Gobierno de Macri había anticipado en TN el domingo por la noche que podían darse situaciones de tensión. "Hay malestar en las bases de la Policía", enfatizó Arietto, y adelantó que existían "reuniones para hacer algún tipo de movilización, un reclamo general, para pedir mejoras salariales" .