El enigma de los hijos de Conan: ¿dónde están los mastines ingleses del Presidente?
Javier Milei suele mencionar a sus perros como si fueran sus hijos. Los animales son seres clonados del original Conan, del que el presidente habla en presente aunque murió hace más de siete años. Milton, Lucas, Robert y Lucas les prometieron caniles nuevos en la residencia presidencial de Olivos que, todavía, no habitan. Esta semana uno de los diarios más importantes del mundo se preguntó, en una extensa nota, si los animales están vivos. El mandatario evitó responder la pregunta.
El presidente llegó al Congreso de la Nación el viernes a la noche para el acto de apertura de sesiones con la banda y el bastón presidenciales. Ningún otro presidente en la historia los había usado antes en esa ocasión. El bastón, diseñado y confeccionado por los orfebres Pontoriero, lleva la imagen de Conan, Milton, Lucas, Robert y Murray, los cinco mastines ingleses de Javier Milei.
A quien quiera escucharlo, suele decir que son sus hijos de cuatro patas. Luego del discurso, interpelado por los periodistas acerca de por qué la elección de la provincia de Córdoba para sellar el acuerdo con los gobernadores, un sonriente Milei dijo: "Porque Conan es de Córdoba".
Llamó la atención el uso del presente verbal ya que, en esta encarnación, Conan murió hace seis años. No es la primera vez que el mastín cobra vida: Javier Milei dice haberse conocido con su perro cordobés hace 2000 años en el Coliseo romano, cuando el perro era león y él un gladiador y los dos, por orden de Dios, hicieron un pacto de no combatir en esa vida, y aliarse para trabajar juntos en un futuro. Esa encarnación llegó en el siglo XXI y en Argentina, uno como presidente y otro como su asesor incluso ahora, después de muerto.
Un tiempo antes de morir, a Conan le extrajeron material genético que se envió a Estados Unidos para que sea clonado a través de un vientre canino subrogado. La operación cuesta alrededor de cincuenta mil dólares tal como cuenta el periodista Raúl Kollman en Página 12, que se suman a los previos de extracción y envío del material original, el traslado de los cinco perros desde USA a Argentina, y su posterior manutención.
De los cuatro hijos de Conan solo hay una foto de alrededor de 2017 con su amo Javier. Los cachorros y Milei, en diferentes poses, sentados sobre un sillón claro en el viejo departamento del barrio del Abasto que al presidente le regaló su padre Horacio y que acondicionó para poder alojar a los animalitos que requieren, además, espacios individuales para no pelearse entre sí o agredir a humanos.
La semana que pasó el medio estadounidense Wall Street Journal se preguntó por los perros en una nota duramente titulada: “El nuevo presidente de Argentina ama a sus perros clonados. A la gente, menos”. En la crónica de uno de los medios más influyentes del mundo el periodista cuenta que le pidió al presidente argentino una foto actual de los mastines y que irritado respondió: "Tengo fotos, pero no las muestro". El medio financiero redobla la apuesta y se pregunta, entonces, si los perros estarán vivos, puesto que los animales clonados tienen una breve proyección de vida.
La sospecha tiene un posible fundamento que va más allá de que no haya fotos actuales de los hijos de Conan: del departamento del Abasto Milei se mudó a una gran casa en la zona de Benavídez porque allí tenía espacio suficiente para los mastines. En esa casa, el entonces candidato presidencial vivió muy poco tiempo, pues terminó mudándose por casi tres meses al Hotel Libertador, en pleno centro porteño, y los perros, obviamente, no lo acompañaron.
El 10 de diciembre Milei asumió como presidente y la mudanza a Olivos era inevitable. Sin embargo, retrasó la mudanza desde el Hotel hacia la residencia presidencial pues previamente necesitaba hacer algunas reformas para albergar a los animales. La construcción de cuatro caniles se retrasó, además, porque según el mismo Milei, se requerían componentes importados que no llegaban al país. Finalmente, aparecieron algunas fotos de unos obreros armando el espacio para los perros: unas altas estructuras de alambrado metálico que delimitaban el espacio para cada uno dentro de una habitación con acondicionador de aire. De los insumos importados no hay registro, puesto que todo se ve bastante sencillo como para no recurrir a producción nacional.
De los perros tampoco hay referencia. Nunca llegaron a Olivos aunque su amo ya vive allí. Algunas fuentes dicen que esos caniles fueron desmontados y la pregunta se cae de madura: ¿Dónde están Milton, Lucas, Robert y Murray? En las redes sociales empezó a circular el dato de una guardería especial para ese tipo de animales, en la zona de Moreno. Data Clave se comunicó con el responsable del lugar, un adiestrador canino muy reconocido que negó absolutamente que los perros presidenciales estén alojados en su guardería.
Este medio recurrió entonces a consultar al mismo Milei. No es la primera vez, en febrero se le preguntó por el paradero de sus perrijos, cuánto tiempo hacía que no los veía y cuando irían a vivir a Olivos. La respuesta entonces fue lacónica: "No me gusta que me rompan las bolas con mis HIJITOS" (en mayúscula en el original). La consulta de hoy, vía whatsapp y con dos tildes azules que marcan que fue leída, fue ignorada.
Mientras el presidente publica decenas de posteos en X, de sus perros no dice ni guau y una idea empieza a tomar forma: ¿Estarán vivos?