Intendentes, y legisladores de la UCR bonaerense se juntaron en las últimas horas con el objetivo de escuchar los diferentes posicionamientos internos en relación a lo que serán los futuros cambios en el ejecutivo nacional y provincial. Al respecto, el radicalismo tiene una postura incómoda, pero clara: será oposición tanto al gobierno de Javier Milei como al de Axel Kicillof.

La alianza entre La Libertad Avanza y el PRO habilitó la posibilidad de que la coalición entre el partido amarillo, la UCR y la Coalición Cívica, además del peronismo republicano, pueda reconfigurarse y dejar de funcionar como hasta hoy. Milei siempre funcionó como un límite y eso no cambió.

Somos oposición porque no vamos a cogobernar con ninguno. Tenemos que hacer un trabajo responsable que es para lo que fuimos elegidos”, asegura, en diálogo con Data Clave, el intendente de Rauch, Maximiliano Suescún. Y agrega: “Está claro que el mapa político se va a reconfigurar y no solo por el PRO. Hay gente que tampoco va en ese otro lado y con quien podremos hablar”.

Desde la Provincia, los intendentes tienen en claro que no tendrán cuatro años fáciles. La bajada de parte del gobierno nacional en torno a la obra pública impactó de lleno en los distritos. Por otro lado, la deuda que mantiene el ejecutivo provincial con los distritos siguen sin solución en torno a cómo y cuándo se podrá realizar el pago.

La reunión de este jueves sirvió para poner blanco sobre negro en algunos puntos relacionados a esto último. El radicalismo había avanzado en la posibilidad de dar el quorum para llevar adelante la sesión propuesta por el oficialismo provincial en relación al endeudamiento de 150 millones de dólares. Sin embargo, desde el PRO se plantaron. Como resultado, se cayó la sesión. Ahora Kicillof buscará aprobarlo luego de la recomposición de la Cámara.

Ser oposición no es mala palabra. Una cosa es ser oposición descarnada y otra razonable. Nosotros nos venimos manejando siempre así. Ahora lo que tenemos que ver es cómo se maneja el nuevo ejecutivo nacional porque con Kicillof ya conocemos la dinámica”, le dice a Data Clave, el presidente del Foro de Intendentes radicales, Miguel Fernández. Y agrega: “Se trata de un escenario inédito el que tienen por delante los intendentes radicales”.

Lo cierto es que esta diferencia interna en Juntos por el Cambio es una más de las que se dan hoy y que, desde adentro aseguran, tiene que ver con “la falta de un liderazgo claro de los socios”. Como le dijo un legislador radical a este medio, “el PRO no avanza en nada porque no sabe cómo se va a terminar posicionando. Lo que pase a nivel nacional va a impactar en la Provincia y no sea cosa que hagan como el Chavo cuando volvía con el rabo entre las piernas”.

Las diferencias internas están a la orden del día. Sin embargo, los intendentes y legisladores de la UCR tienen claro que todavía es temprano para tomar decisiones. Y que, pese a que sostienen que no están a la espera de cómo se reposicione el PRO, la realidad marca otra cosa.

Por estas horas, Juntos por el Cambio sigue funcionando como tal en la Provincia. O, al menos, así intentan exponerlo desde los distintos sectores internos. Pero lo que queda claro es que desde el 10 de diciembre cambiarán las cosas. La UCR sabe que, pase lo que pase, conformará un bloque propio. Incluso ya hay danza de nombres para liderar en la Cámara baja de la Legislatura: Diego Garciarena y Pablo Domenichini son los dos nombres que pican en punta.

La idea de la UCR es poder armar una bancada desde donde funcionar como interbloque con otros espacios. El problema actual es que, a diferencia de lo que pasa en el Congreso, esa figura no está permitida. Es por eso que, por estas horas, se habla de la posibilidad de reflotar un proyecto presentado por Walter Carusso, de Espacio Abierto Juntos. “Ahora quieren aprobarlo”, le manifestó el diputado a Data Clave.

La intención de la iniciativa es “modificar el reglamento y permitir los interbloques es blanquear el funcionamiento de la Cámara”, expresó Carusso; quien su momento agregó que "se van a seguir fracturando bloques que van a continuar actuando como interbloques porque cada uno mantiene su independencia en su espacio político por el cual milita y trabaja".

El radicalismo busca cierta independencia de sus por ahora aliados. Y en ese marco, además, pretende profundizar los vínculos internos entre las diferentes corrientes internas para poder darle mayor contundencia al espacio a sabiendas de que el escenario de la doble oposición será difícil de sobrellevar.