El 18 de diciembre de 2017, una foto de Sebastián Romero disparando a las fuerzas de seguridad en la Plaza del Congreso de la Nación cuando se debatía la reforma previsional, se hizo viral y se lo conoció como el “Gordo del Mortero”. “En ese momento fui demonizado por los medios hegemónicos; y hoy pongo ese apodo al servicio de la lucha”, dijo el militante de izquierda en diálogo con la radio LT8 de Rosario.

Mientras cumple prisión domiciliaria –tras haber sido extraditado desde Uruguay- decidió presentarse como pre candidato a senador nacional por la provincia de Santa Fe y competirá en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 12 septiembre.

“Todavía no estoy condenado, no hay fecha de juicio y estoy con prisión domiciliaria en Buenos Aires hace más de un año”, aclaró el pre candidato.

Está acusado por los delitos de intimidación publica y atentado a la autoridad con arma. “Quedó demostrado que no tenia un arma en la mano y están lejos de poder demostrar las acusaciones”, sostuvo. Y agregó: “Incluso están los compañeros Daniel Ruiz y César Aracasi (PO), quienes llevan más de un año enjuiciados y por más que hayan dado testimonio de lo que se nos está acusando aún no pudieron demostrar nada".

Santa Fe renueva a sus tres senadores nacionales, que en la actualidad son María de los Ángeles Sacnun (quien buscará renovar su banca como segunda candidata en la lista que encabeza Marcelo Lewandowski y que lleva como suplente al gobernador Omar Perotti), Roberto Mirabella (pre candidato a diputado nacional por la lista de Perotti) y María Alejandra Vucasovich (recientemente incorporada tras el fallecimiento de Carlos “Lole” Reutemann). Romero se presenta en la lista del Partido Socialista de los Trabajadores Unificado (PSTU), “el único candidato preso político en la actualidad", destacó.

Romero explicó: “Nuestro perfil es apostarnos en la lucha obrera, el reclamo, contra la criminalización de la protesta; y defendiendo a los pueblos trabajadores del mundo, los procesos que este sistema nefasto nos pusieron en la cabeza de los trabajadores toda la crisis”.

El militante de izquierda cuestionó que aunque “cambiamos el gobierno, el discurso, las prácticas son las mismas, teniendo en cuenta los planes de ajustes, siguen pagando al Fondo Monetario esa deuda usurera; gobierno tras gobierno han endeudado cada vez más a nuestro país”.

Además, consideró: “La criminalización de la protesta se agudiza cada vez mas, a nivel mundial; los pueblos que se levantan para defenderse contra los ataques de diferentes gobiernos, que defienden los intereses de una minoría de la sociedad”.