El sacerdote Javier Olivera Ravasi, uno de los organizadores de la reunión de diputados libertarios con represores en la cárcel de Ezeiza, fue echado formalmente de la Diócesis de Zárate-Campana. De acuerdo con el comunicado al que accedió Data Clave, el argumento fueron las “numerosas quejas fundadas por sus expresiones y actitudes que se oponían al testimonio cristiano”. 

Esta decisión se conoce tras la postura que la Conferencia Episcopal tomó este lunes, donde se mostró lejana a los actos del cura. “Lo expresado y actuado por el sacerdote Javier Olivera Ravasi en relación a la visita de un grupo de Diputados a la Cárcel de Ezeiza no corresponde ni al pensamiento ni a la actitud de la Conferencia Episcopal Argentina”, había dicho en un comunicado.

Tal como reveló Data Clavetrece legisladores de LLA y seis abogados y juristas se reunieron desde marzo en pos de lograr la liberación de los genocidas presos. Para ello contaron con la ayuda del sacerdote Olivera Ravasi.

El cura es circunstancialmente sanjuanino. Su lugar de nacimiento tuvo que ver con el destino militar de su padre, Jorge Olivera, quien pasaría a la historia reciente con el apodo de "El Carnicero" por su afición por cortar y poner "carne a la parrilla", tal como se mentaba por entonces a las mesas de tortura en los Centros Clandestinos de Detención.

El comunicado de la Diócesis de Zárate-Campana

El sacerdote Javier Olivera Ravasi se encuentra incardinado en la Diócesis de San Rafael, provincia de Mendoza; pero por cuestiones familiares y personales, reside en la Diócesis de Zárate-Campana. 

En varias oportunidades se lo ha invitado a reflexionar sobre las numerosas quejas fundadas en sus expresiones y actitudes, que se oponen al testimonio cristiano, máxime proviniendo de un sacerdote.

Al no observarse un cambio en su actitud, se le ha comunicado deje de residir y actuar en esta Diócesis de Zárate-Campana.

El trasfondo

Fuentes eclesiásticas describieron a Olivera Ravasi como un “suelto”. El cura se recibió en el Instituto del Verbo Encarnado de Mendoza, por lo que pertenece a esa diócesis. Cuando se muda cerca de su familia en la provincia de Buenos Aires y el empresario Jorge O´Reilly le da cobijo, pide permiso al Obispado de Zárate para reportar allí.

Con respecto a la visita al penal y su participación en la organización, muchos defensores de los genocidas y del gobierno argumentan que a los presos no se les puede negar asistencia pastoral. No obstante, esa actividad está regulada por el Servicio Penitenciario Federal, al cual hay que reportar y pedir permisos.

En este caso, Ravasi no solo fue a visitar a los genocidas, sino que el motivo de la reunión -integrada por parte de personas ajenas a la Iglesia- tenia claramente otro fin.

Además, el mayor malestar con Olivera Ravasi es que sostiene que los represores son "presos políticos", por lo que no solo niega el delito, sino que le da una categoría diferente a la de lesa humanidad.