De una barra a cientos de muebles: el vínculo entre Caputo Hermanos y Jonathan Morel
La empresa hizo un descargo ante el juez Martínez de Giorgi para explicar la relación con el líder de Revolución Federal.
De una barra de bar en madera maciza para un salón de un barrio privado en la zona norte del conurbano a 144 mesas de luz y otros muebles para un edificio de 60 departamentos en Añelo, en la provincia de Neuquén.
Así de explosivo y lejano fue el salto de la relación comercial entre Jonathan Morel, el líder preso de la organización ultraviolenta Revolución Federal y la firma Caputo Hermanos, investigada por el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi justamente por ese vínculo llamativo.
En una presentación que el abogado Matías Cúneo Libarona hizo ante el juzgado, se trata de explicar cómo surgió la vinculación entre la carpintería de Morel -donde se construyó la guillotina que se usó durante un acto contra el gobierno- y la firma de la familia de Luis Caputo, el exministro de Finanzas de Mauricio Macri.
En el escrito el abogado se lamenta de que el juez hubiera ordenado el allanamiento de las oficinas de la empresa, apenas unas horas antes de que se realizara una presentación en el juzgado para ofrecer la documentación que supuestamente comprueba los trabajos que se le encargaron al joven carpintero revolucionario.
"Ante la falsa imputación de algunos medios de comunicación sobre un supuesto financiamiento de la sociedad Caputo Hermanos S.A. a una organización denominada Revolución Federal con fines ilegítimos -que desde ya se niega terminantemente- es pertinente y útil informar algunas cuestiones que hacen a este tema", sostiene el texto.
Así se asegura que la compañía decidió la construcción de un edificio en la localidad de Añelo, en la provincia de Neuquén, donde hay una enorme demanda de departamentos para todos los que trabajan en la industria petrolera en el yacimiento de Vaca Muerta, uno de los más importantes del país.
Según se argumenta, se decir utilizar un sistema de construcción en seco, denominado steel frame, que se contrata a la empresa Idero SRL, que traslada todos los paneles del edificio en camiones desde la fábrica en Buenos Aires hasta Añelo, donde el mismo personal de la firma se encarga del ensamblado.
"Va de suyo que el dinero utilizado al efecto, tanto para el edificio como para el amoblamiento de sus unidas funcionales, provino de los inversores y compradores. No fue, pues un desprendimiento patrimonial exclusivo de la empresa Caputo Hermanos S.A.", asegura la presentación realizada por Flavio Caputo, presidente del directorio.
También se sostiene que la responsabilidad del equipamiento y amoblamiento de los departamentos fue encargada a Rosana Caputo, hermana de Flavio, porque tiene experiencia en la materia, debido a que su especialidad es el diseño y la decoración de interiores, una tarea que hace desde años atrás "con excelente resultados".
"En este caso particular, ella identificó hacia fines del año pasado en la zona del Tren de Boulogne un carpintero (Morel) para realizar una barra de en madera maciza y otras tareas para el salón de usos múltiples del barrio Santa Clara al Sur, dentro del presupuesto que se había decidido para ello", dice el texto.
La presentación está acompañada de numerosas fotografías de la barra realizada supuestamente por Morel por encargo de Rosana y se sostiene que hizo el trabajo a entera satisfacción. De ese primer trabajo, limitado, se salta al equipamiento en los departamentos del edificio de Añelo.
"Cuando llegó el momento de equipar este año el edificio de Añelo lo convocó finalmente para que cotice los muebles, porque previamente había pedido cotización a otros proveedores con los que habitualmente trabajaba, debido a que el volumen del encargo era mayor", explica el descargo.
Se argumenta que hubo visitas a la carpintería, pedidos de presupuesto, muestras y negociaciones hasta que se decidió encargar a Morel la fabricación de 144 mesas de luz, 60 mesas bajas, 24 mesas para monoambientes, 24 mesa de comedor, 12 mesas redondas, 60 mesas de televisión y 144 sillas, entre otros muebles.
"Morel, y el equipo que se encargó de ese trabajo, cumplió en tiempo y forma con la tarea encomendada -mobiliario- (calidad, precio y tiempos). Pero se aclara que de ninguna manera se ocupó de sillones, cortinas, sábanas, etc", aseguran los hermanos Caputo.