Daniel Tillard, nuevo director del Banco Nación: Treinta años a “Cavallo” del Estado
Ocupará la presidencia del Banco Nación durante el gobierno de Milei, es el actual presidente del Banco de Córdoba. De los tiempos menemistas surgió su amistad con Guillermo Francos, quien junto a Juan Schiaretti fue su nexo con el próximo presidente. Está en la función pública desde los 90 al igual que varios miembros de su familia y, como ellos, tiene una historia profusa de denuncias detrás.
En 1994 y por la resolución Resolución 1106 del Ministerio de Economía, Obras y Servicios Públicos, Daniel Tillard, fue designado liquidador de Obras Sanitarias de la Nación, empresa privatizada en 1993, función que cumplió hasta marzo de 1997. La tarea también contemplaba la intervención de la correspondiente obra social. Había llegado hasta allí por su amistad con Domingo Cavallo, quien lo sostuvo en diversos cargos durante décadas.
En aquel momento Tillard fue acusado por Antonio Erman González de estar pagando porcentajes “exorbitantes” a una UTE (unión transitoria de empresas) a la que adjudicó la cobranza de cuentas viejas en marzo de 1995. Según datos que aportó Erman, el cobrador privado se quedaba con tajadas que iban del 62 al 79% de lo recaudado. González, recordemos, había sido ministro de economía entre 1990 y 1991, cuando fue desplazado del cargo por el escándalo de coimas conocido como "Swiftgate" y reemplazado por quien entonces era Canciller, Domingo Cavallo. González siguió en la función pública, pero como ministro de Defensa, con profundo encono contra su reemplazante.
Tillard también fue elegido por Cavallo para liquidador del Instituto de Servicios Sociales Bancarios. Las administradoras de esa clase de entidades era un gran negocio que luego implementaría con entusiasmo Víctor Alderete, director de PAMI durante el menemismo, que las contrató supuestamente para bajar los costos de la repartición y le valió una causa judicial por incumplimiento de los deberes de funcionario público.
No llegó a asumir en el ISSB porque una medida cautelar de la Justicia frenó su asunción. Su esposa, Julia Couzo Peñaloza, había sido hasta muy poco antes prestadora del ISSB por intermedio de la clínica y prepaga Amedín, propiedad de la familia Couzo. Su cuñado, el abogado Enrique Couzo, fue a su vez síndico del Instituto y para entonces ya había sido alejado por presuntas irregularidades de la administración de la obra social bancaria de Córdoba.
En 1998 y luego de ver el negocio de la prestación del servicio Tillard en la idea y Julia Couzo y Enrique Couzo en los papeles fueron responsables de la gerenciadora de salud Pánasis, una subsidiaria de la norteamericana Galway Partners que desembolsó 55 millones de dólares en el proyecto según nota del diario Clarín del 26 de noviembre de 1998, que agrega: "Para la gente de Panasis, la asociación les brinda el oxígeno imprescindible para seguir creciendo en un sector que, cada vez más, necesita de fuertes espaldas financieras. La empresa, con casa matriz en Córdoba, administra once hospitales sindicales y brinda servicios a una decena de obras sociales. En total, más de 500.000 personas en diez provincias, incluyendo la Capital Federal".
Panasis quebró en 2002 y la esposa de TIllard, Julia Couzo Peñaloza y el hermano de ella, Enrique Couzo fueron acusados de haber malversado fondos millonarios de la Administración Nacional de Seguros de Salud, el Pami y la DGI, que eran aparentemente desviados a cuentas bancarias propias y nunca llegaban a destino. Tuvieron pedido de captura nacional e internacional formulada por el juez federal Leopoldo Rago Gallo hasta que la Corte Suprema pidió la causa y concedió la eximición de prisión, a donde nunca habían llegado porque estaban en calidad de prófugos. La responsabilidad de Tillard como cabeza organizadora de Panasis quedó demostrada por numerosos testimonios en la causa, incluso de personal gerencial de la empresa, aunque no figurase en los papeles. La causa que finalmente prescribió.
El otro cuñado de Tillard, el ingeniero agrónomo Romualdo Couzo, fue el encargado de las fincas de Carlos Menem en Anillaco y había tenido problemas en esa provincia, pero como concesionario del zoológico, por la mortandad de animales.
En 2001 y con Domingo Cavallo nuevamente como ministro,Tillard fue nombrado Subsecretario de Normalización Patrimonial, encargado por tanto de cuantiosos activos residuales del Estado.
Entre 2007 y 2015 fue titular de Provincia Bursátil y director de la Red Link de cajeros automáticos, ambos dependientes del Banco de la Provincia de Buenos Aires, entidades a las que ingresó gracias a sus aceitados contactos políticos.
En 2015 y con la llegada de Schiaretti a la gobernación de Córdoba, asumió como director del Banco de la provincia, puesto que mantiene hasta hoy. Durante su gestión, tuvo algunas denuncias sindicales: La Asociación Bancaria reclamó en reiteradas ocasiones por la precariedad laboral y por descontarles la jornada laboral a los empleados que adhieren a alguna huelga. Un comunicado de septiembre de 2022 dice: "“El directorio de Bancor nos tiene acostumbrados a adoptar actitudes ilegales y prueba de ello es el tener a más de 400 empleados tercerizados, es decir los hace trabajar como empleados del banco, pero el sueldo se lo paga otra empresa”, y agrega: “El banco de Córdoba es una de las empresas que mayor fraude laboral realiza. Llevaremos la denuncia a la justicia en razón de que existen importantes sospechas de que los integrantes del Directorio estén presuntamente realizando negociados para su beneficio personal y en detrimento de los empleados tercerizados”.
Apenas un año y medio atrás, Tillard nuevamente fue noticia por el nombramiento del ex jefe de policía cordobés Gustavo Vélez, que había sido pasado a retiro forzoso de la fuerza en 2020. Vélez estaba a cargo de la fuerza de seguridad provincial cuando en la madrugada del 6 de agosto de 2020 Blas Correa, un adolescente de 17 años fue asesinado en un control policial. El caso de gatillo fácil y el posterior intento de encubrimiento del crimen produjo un fuerte impacto social, que motivó a que el gobernador Schiaretti pase a retiro a Velez.
Tillard, sin llamar a concurso, nombró a Velez y defendió el nombramiento para que el ex comisario ingrese a la entidad con cargo de Gerente y un sueldo, en 2021, de 700mil pesos para planificar, administrar y coordinar la seguridad física, monitoreo y vigilancia de la casa central, las sucursales y edificios. A su cargo están, por lo tanto, todos los vigiladores privados y policías que actúan en Bancor.
El hijo del matrimonio Tillard Couzo y sobrino de Enrique y Romualdo es Ignacio Tillard, CFA Partner de MAX CAPITAL, la empresa que en abril de 2023 alertó a sus inversores extranjeros de una inminente devaluación del 50% del peso argentino y que generó una corrida bancaria.
Ahora, Tillard, nacido del cavallismo cordobés y que hizo carrera y fortuna junto a su familia desde el corazón del menemismo, vuelve al gobierno nacional para dirigir los destinos del Banco Nación.