Alrededor de 5.000 personas se agruparon en el Parque Centenario para pronunciarse en contra del Poder Judicial y defendieron a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, en el marco de la Causa Vialidad que hoy la tiene como una de las principales acusadas.

La movilización la encabezaron el juez Juan Ramos Padilla y el funcionario bonaerense y dirigente peronista porteño, Jorge Rachid, con el respaldo sectores sociales, gremiales y del Movimiento Político, Social y Sindical Primero la Patria.

En concreto, estos grupos pidieron una "democratización del Poder Judicial" y exigieron la renuncia de los miembros de la Corte Suprema. "Nos seguimos organizando contra esta mafia judicial que viene atacando permanentemente la democracia", dijo Ramos Padilla, uno de los principales oradores de este encuentro.

"En la Argentina la democracia está herida por esta justicia; el golpe de Estado ya fue consumado. Ellos, los de la Justicia, ya tienen un poder y el año que viene se van a quedar con los otros a través de los votos", añadió.

Tweet de Joan Riera

Este reclamo se da en el medio de los avances en la Causa Vialidad, donde investigan el direccionamiento de la obra pública vial en Santa Cruz entre 2003 y 2015, donde una de las principales acusadas en la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

La defensa de CFK había hecho un planteo para recusar a los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola, acusados de tener una "relación íntima" con Mauricio Macri por haber coincidido en partidos de fútbol en 2017.

Tal como contó Data Clave, esta ofensiva de CFK no generó efecto y el Tribunal Oral Federal (TOF) 2 que interviene en la causa y rechazó todas las recusaciones que habían sido planteadas hacia algunos de sus integrantes y hacia los fiscales Luciani y Mola.

En el caso de las recusaciones interpuestas contra el presidente del TOF 2, Giménez Uriburu y los fiscales Luciani y Mola, el rechazo se produjo tras el debate en la audiencia de esta mañana y el fallo está firmado únicamente por los jueces Gorini y Basso.

"Luego de haberse analizado los limitantes normativos relativos a la recusación intentada -su evidente extemporaneidad y la inaplicabilidad del supuesto reclamado en virtud de la regla del artículo 56 del Código Procesal Penal de la Nación-, resta señalar que, tras sustanciarse las recusaciones planteadas, tampoco encontramos configurado el grado de amistad al que alude la norma cuando dispone el apartamiento de jueces y magistrados en función de su vínculo con los interesados en el proceso", sostuvieron Gorini y Basso.

"En efecto, tanto el doctor Luciani como el doctor Giménez Uriburu han dado cuenta de los pormenores de la relación que los une, explicando los espacios en los que han coincidido en el pasado y también los límites que enmarcan su vínculo. En base a la información que aportaron en la audiencia llevada a cabo en el día de la fecha y en el escrito presentado, respectivamente, nos encontramos ante la evidencia de que la 'íntima amistad' por la que las defensas pretenden su recusación, no es más que un relato construido sobre la base de imágenes de las que difícilmente pueda colegirse esa conclusión", concluyeron en el fallo.