El ministro de Economía, Luis Caputo, se reunirá este miércoles con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn, para lograr que le preste US$ 2.400 millones, destinados a refinanciar deudas ya contraídas, como financiamiento para el sector público.

Caputo se encuentra en Washington esta semana en que se celebra de Reunión Anual de Otoño (del hemisferio norte) del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Caputo irá a estas negociaciones luego de que el Banco Mundial (BM) anunciara el martes que desembolsara nuevos créditos por US$ 2.000 millones para áreas de protección social y educación y en apoyar a los más pobres en su acceso al transporte y la energía.

Mientras el ministro realiza este encuentro con el BID, su segundo, el financista José Luis Daza, llevará adelante negociaciones con el “staff” del FMI, que no tiene un buen recuerdo del paso de Caputo por esas oficinas cuando era presidente del Banco Central durante el gobierno de Mauricio Macri.

El economista jefe del FMI, Pierre Olivier Gourinchas, fue claro el martes que “Hay negociaciones en curso con el Gobierno argentino, pero no actualizamos los números (de las proyecciones económicas) porque todavía estamos en medio de discusiones".

Sin embargo, Gourinchas reconoció durante una conferencia de prensa que hubo avances significativos en la reducción de la inflación: "Pasamos de un 25% mensual en diciembre a un 3,5%, eso es un progreso considerable", destacó, aunque también remarcó que la actividad económica aún está en recuperación tras la caída sufrida este año.

La discusión con el FMI es la revisión de los compromisos de acumulación de reservas y el superávit fiscal. Si bien el Gobierno argentino da por hecho que las metas de junio se cumplieron, la situación es más complicada para septiembre.

El BCRA quedó corto en más de US$ 2.000 millones en las reservas que debería haber acumulado, lo que genera tensiones adicionales en las negociaciones.

Este año terminará la etapa del programa de Facilidades Extendidas que el FMI por US$ 45.000 millones que implementó en 2021 para ayudar a Argentina a hacer frente a los vencimientos de deuda del acuerdo Stand By de 2018.

El gobierno deberá devolver entre 2026 y 2032 ese dinero, pero el presidente Javier Milei y Caputo quieren desembolsos adicionales para fortalecer las reservas del Banco Central y poder manejar de manera más holgada el sector financiero.