La ciudad de Roma será el escenario principal de la sexta cumbre del G20, que se desarrollará durante el próximo fin de semana, con la participación de los principales líderes mundiales y con el eje puesto en el diseño de una nueva arquitectura financiera de las naciones para el desarrollo.

Hacia la capital italiana partirá este jueves por la noche en un avión de Aerolíneas Argentinas la comitiva argentina, encabezada por Alberto Fernández, quien tendrá una activa participación durante las 48 horas que permanecerá en tierra romana. El evento mundial se desarrollará entre sábado y domingo en un sector de la ciudad que ya desde el miércoles se encuentra vallado a lo largo de un perímetro que abarca una superficie de diez kilómetros cuadrados y con un descomunal despliegue de fuerzas de seguridad.

Por América Latina participan, además de Argentina, Brasil y México. El resto de los representantes provienen de los Estados Unidos, China, Rusia, Alemania, Arabia Saudita, Francia, Italia, India, Indonesia, Japón, Reino Unido, Sudáfrica, Turquía, Corea del Sur, Australia y la Unión Europea. España, además, es un invitado permanente.

Según explicaron a Data Clave fuentes de la Rosada, "el Presidente tiene pautadas tres participaciones entre el sábado y domingo, con ponencias temáticas que incluyen el impulso de una nueva arquitectura financiera mundial para el desarrollo, la liberación de patentes para las vacunas anti Covid-19 y el endeudamiento de los países con mayores dificultades económicas".

Pero además, la tarea del mandatario argentino consistirá en reforzar la estrategia de seducción a los líderes de los principales países y los directivos de los organismos multilaterales para que apoyen las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, fundamentalmente en lo referido al tema crucial de las sobretasas.

Justamente ese es uno de los temas que el embajador argentino en Washington Jorge Arguello -quien aguarda por la llegada de la comitiva argentina- está tratando de incluir en el documento final que suscribirán los jefes de Estado en la noche del viernes. "El objetivo principal es que haya algún párrafo dentro de ese texto que refiera a la necesidad de que los organismos eliminen las sobretasas que deben pagar los países que piden más dinero del que les corresponde", explicó a este portal una fuente del equipo económico.

Lo que Martín Guzmán pretende es que la referencia sea todo lo específica que la diplomacia internacional permite, de ser posible bien directa. O sea "que el FMI reduzca o directamente suprima la sobretasa de 900 millones de dólares anuales que la Argentina debe abonar" por el préstamo otorgado durante la administración de Christine Lagarde al gobierno de Mauricio Macri.

Bilaterales estratégicas y patentes

Además de sus tres participaciones en las asambleas, el presidente argentino ya pautó cuatro encuentros bilaterales que tendrán como principal misión apuntar hacia el objetivo trazado. En ese sentido, Fernández se reunirá mano a mano con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, con el presidente francés Emmanuel Macron y con la premier alemana Angela Merkel, quien se despide luego de ser la mandamás de la nación más poderosa de Europa durante 16 años. Además, tiene acordado también un encuentro con el presidente español Pedro Sánchez.

Existía la intención por parte del gobierno argentino de incluir un encuentro con el presidente norteamericano Joe Biden, que hasta las últimas horas del miércoles "aún no había sido confirmado", explicaron desde la comitiva que prepara el viaje. El mandatario estadounidense, sin embargo, ya confirmó su asistencia a una bilateral con otro argentino que estará presente en el encuentro mundial, jugando casi como de local. Se trata del Papa Francisco, con quien compartirá un café el viernes por la tarde.

"La idea de Alberto es que también haya una mención en el documento al tema de las patentes de las vacunas anti covid que incluya un llamado a los laboratorios para que las liberen", confirmó un integrante del gabinete. Este tema cuenta con el aval de Biden pero tiene resistencias por parte de la Unión Europea,