“La historia ocurre dos veces: la primera vez como una gran tragedia y la segunda como una miserable farsa”, dijo Carlos Marx hacia fines de 1851.

De seguro que nuestro país ya ha dado mil vueltas, y estaremos transitando otros géneros, como el grotesco, la zarzuela, la opera ligera….

Luego que el Indec informara que la pobreza alcanzó al 52,9 % de los argentinos (si, más de la mitad de los habitantes son -somos- pobres) y que la indigencia, entendida esta como la gente que no tiene ni siquiera dinero para comer, trepó al 18,1%, desde el ministerio de Capital Humano salieron a atemperar el impacto de las cifras.

De acuerdo al Sistema de Información, Evaluación y Monitoreo de Programas Sociales (SIEMPRO) cuyos datos difundió la ministro Sandra Pettovello a través de las redes, la pobreza alcanzó un pico del 54,8% en el primer trimestre, pero descendió al 51 % en el segundo trimestre, lo que significa una recuperación del 3,8%. Es decir, estamos mal, pero no tan mal.

Algo similar parece reflejarse en las encuestas de Universidad Torcuato di Tella (UTdT). Según el relevamiento realizado a principios de este mes, las expectativas de inflación para los próximos 12 meses es de 64,6%, muy por debajo del 73,5% que registraba en agosto.

Pero al mismo tiempo, el Centro de Investigaciones en Finanzas de la UTdT dio cuenta que registraba una caída del 5,9% en el Índice de Confianza del Consumidor.
La caída de septiembre “se explica en mayor medida por un deterioro de la percepción de la Situación Macroeconómica, con una baja del 9,36%, seguido por la Situación Personal que cae un 4,82%”, advirtió el Informe.

Incluso la confianza en el Gobierno también retrocedió 14,8% entre agosto y septiembre.
La administración de Javier Milei alcanzó 2,16 puntos en una escala de 0 a 5, una cifra que está por debajo de la que obtuvieron al cumplir nueve meses en el poder Mauricio Macri y Alberto Fernández.

¿Será como supo decir el ex presidente Carlos Menem, allá por la década del 90’ “estamos mal, pero vamos bien”?.