Candidaturas y estrategia electoral: malestar en el Frente de Todos por globos de ensayo y operaciones cruzadas
Esta semana circularon nombres de supuestos preferidos presidenciales para encabezar las listas en las próximas elecciones y provocó cortocircuitos entre los aliados. Pujas en la ciudad de Buenos Aires por los primeros lugares en la boleta de diputados nacionales. El plan para sostener la buena imagen de la coalición en territorio bonaerense y proyectar a los mejores candidatos. El rol de la mesa de los lunes y el manejo de una campaña que ya arrancó.
"Lo dijimos desde principios de año: unidad, vacunación y recuperación económica son los tres pilares de la campaña, ya tenemos dos de tres, no estamos tan mal". El funcionario -con despacho en la Rosada- apura un segundo café y se entusiasma mientras los canales de noticias anuncian la partida de dos vuelos de Aerolíneas Argentinas rumbo a Memphis para buscar las primeras dosis de la vacuna de Moderna que llegarán este fin de semana a la Argentina donadas por la Casa Blanca.
El Frente de Todos enfrenta esta previa a la elección de medio término con la certeza de haber encaminado la mayor campaña de inmunización de la historia y sellado las alianzas entre las diferentes fuerzas que lo componen con una amalgama lo suficientemente sólida como para impedir fugas de último momento. Resta generar ese envión que necesita la economía para comenzar a mostrar una paulatina reactivación que sea perceptible por el conjunto de una sociedad golpeada por la pandemia.
Para el inicio formal de la campaña faltan nueve días, pero la presentación de las alianzas permitió vislumbrar los destellos de un proceso que ya ha provocado en el oficialismo los primeros chisporroteos. Esta semana, el consultor político Raúl Timerman -en su ya clásico Pica-Pica del programa Minuto Uno- reveló el contenido de una conversación con Alberto Fernández en la que le habría develado quiénes son sus preferidos para encabezar la listas de diputados nacionales en Ciudad y la provincia de Buenos Aires.
“Ayer (refiriéndose al acto del miércoles en Lomas de Zamora, donde anunció un bono extra para los jubilados) me puse al frente de la campaña y tengo mis candidatos”, aseguró Timerman que le dijo el presidente. Y completó: “No quiero que Santiago Cafiero encabece una lista. Es imprescindible en el Ejecutivo, nadie sabe como yo lo que vale un jefe de Gabinete”.
Siempre según Timerman, Fernández quiere que el actual legislador porteño Leandro Santoro encabece la lista de diputados nacionales en la ciudad de Buenos Aires; y la Presidenta del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales Victoria Tolosa Paz haga lo propio en la boleta bonaerense del Frente de Todos.
La conversación pudo haber existido. O no. Pero ciertamente expresó algo que se discute en los despachos de la Casa Rosada y los amplios salones de Olivos: el 24 de julio hay que presentar la nómina de candidatos en todos los distritos electorales. Y Alberto tiene sus preferencias bien claras. Claro que cada acto tiene sus consecuencias y, en el contexto de este delicado proceso de seleccionar quiénes conformarán las boletas oficialista, estas aseveraciones no cayeron demasiado bien e hirieron varias susceptiblidades, a uno y otro lado del Riachuelo y la General Paz.
Interna porteña
El recorte de un artículo de Clarín publicado el pasado miércoles alcanza a divisarse entre el recipiente que contiene los sobrecitos de azúcar y los pocillos ya vacíos. Desde su título la nota, sugiere que un sector del Frente de Todos se opone a la candidatura de Santoro y que el ministro de Turismo y Deportes Matías Lammens aparece posicionado como el mejor candidato para la Ciudad. Pero lo que más irritó en Rosada fue el párrafo final: “Si no quieren que estemos en el Frente de Todos, iremos por afuera”, pone en boca de los laderos del ministro el matutino del Grupo.
"Alberto es amigo de Leandro desde hace mucho tiempo y a Lammens ni siquiera lo recibe, así que no hay dudas sobre su preferencia, además es Santoro el candidato que más mide en las encuestas", afirma la fuente a los cronistas de Data Clave. A este cortocircuito, se le suma otro que también transita por el carril del armado electoral.
El presidente del PJ porteño Víctor Santamaría no ocultaba sus intenciones de posicionar en la boleta de candidatos al Congreso de la Nación a su "compañera", Gisela Marziotta. Si bien la periodista es diputada nacional desde 2020, asumió ese cargo por haber integrado la lista de Unidad Ciudadana en 2017 como suplente de Daniel Filmus quien, al renunciar a su banca para ocupar un cargo en el gabinete nacional, dejó el espacio libre. Por eso su mandato vence en diciembre de este año y aspira a renovarlo.
"Alberto se enojó porque Víctor lo operó fuerte a Lammens a través de su multimedios y esto generó una contra-operación de Matías, que salió a instalar una candidatura inexistente", generando un nuevo malestar en el despacho más importante de la Rosada, explica otra fuente de Gobierno. Marziotta será de la partida seguramente, pero con una postulación a legisladora de la Ciudad. Y Lammens se quedará en la cartera que hoy conduce a pilotear el lanzamiento de los planes de turismo con los que el gobierno aspira a reactivar la economía, si es que el coronavirus se lo permite. Pero las operaciones y contraoperaciones por los medios cayeron muy mal.
Más allá de las amistades y los recelos, el objetivo del Presidente es conformar en el distrito que más conoce una lista con los mejores candidatos, manteniendo el equilibrio de una coalición que deberá enfrentar a todo el aparato del PRO y de Uspallata, puesto al servicio de la repatriada ex bonaerense María Eugenia Vidal. Y la misión no es para nada sencilla.
En la Cámara baja, ingresarán trece nuevos diputados por la Ciudad de Buenos Aires, de los cuales en una buena elección, el Frente de Todos podría aspirar a colocar cinco. Detrás de Santoro, una de las mejor posicionadas para ocupar la segunda nominación es la actual asesora Cecilia Nicolini, que se ha ganado la confianza presidencial a costa de un trabajo muy importante en la gestión de los acuerdos por las vacunas.
El tercer lugar seguramente lo ocupe el titular del Partido Solidario (PSOL) Carlos Heller, un hombre muy cercano a La Cámpora, que también aspira a colocar al quinto postulante, sin haber definido aún el nombre. El cuarto lugar está reservado para la actual Jefa del Bloque Peronista de la Legislatura porteña María Rosa Muiños.
Todas las encuestas muestran que en materia de intención de voto, la marca Frente de Todos se impone sobre cualquiera de los pre candidatos. "Uno de cada tres porteños dice que votaría por esa coalición, pero si preguntamos por nombres, ninguno de los que suenan supera ese porcentaje", explicó un consultor que participó de un relevamiento privado realizado a principios de julio.
"Se sondearon intención de voto, imagen y preferencia de diferentes posibles postulantes y solo dos de ellos, Santoro y Claudio Lozano, tienen una imagen positiva (41% y 35%, respectivamente) mayor que la intención de voto de la coalición", detalló el analista.
En un escenario contra Vidal, Santoro tiene una intención de voto de 31%, Lozano 24% y Lammens 23%. En los tres casos, el FdT logra sus mejores resultados en las comunas del circuito central (5, 6, 7, 10, 11) y sur (3, 4, 8, 9), mientras que el bastión de Juntos son los barrios al norte de la avenida Córdoba.
La madre de todas las batallas
La provincia de Buenos Aires es el distrito donde el oficialismo aspira a obtener un triunfo que le permita ilusionarse con una buena performance electoral a nivel general. Fernández sabe que si logra mantener los números de la elección de 2019 en territorio bonaerense, el sueño del quórum propio en la cámara Baja puede comenzar a materializarse.
Pero para ello el Frente de Todos debe elegir a los candidatos más competitivos, sin resquebrajar los equilibrios. Si bien es cierto que al presidente le gusta el nombre de Tolosa Paz para encabezar la boleta, la dirigente no sería la favorita del sector cristinista, ni tampoco de los intendentes, que tienen intenciones de impulsar a sus propios referentes.
Uno de los mejor posicionados es el lomense Martín Insaurralde, quien en los últimos diez días fue anfitrión de dos actos en los que participaron el presidente, el gobernador Axel Kicillof y hasta Cristina Kirchner. "Cuenta con el aval de la mayoría, lleva adelante una buena gestión y tiene un alto nivel de conocimiento, podría estar perfectamente en la parte superior de la boleta", confía un experimentado operador polìtico del PJ bonaerense.
El massismo tiene legítimas aspiraciones de colocar a varios de sus referentes en posiciones expectantes. La idea del líder del Frente Renovador es que su esposa y actual titular de AySA Malena Galmarini, compita por la intendencia de su pago chico Tigre. Pero los cortocircuitos con el actual jefe comunal Julio Zamora y la intención salomónica de la Rosada de no perder ningún soldado en esta batalla ("es con todos", repiten como un mantra) podrían entorpercer los planes de Sergio Massa y catapultar a Malena a una banca en la cámara. La principal resistencia del matrimonio renovador es que esta movida, los alejaría del manejo de la empresa de aguas y saneamiento, donde la tigrense viene efectuando una gestión muy destacada.
Otras opciones que se analizan es que algunos ministros del gabinete nacional bajen a la arena electoral bonaerense. Descartado (al menos por ahora) el nombre de Santiago Cafiero ("el mejor jefe de Gabinete que Alberto podría tener", dicen en los pasillos de Palacio), las fichas se posan sobre los casilleros de Gabriel Katopodis y Daniel Arroyo, de buena gestión en sus carteras y con imagen positiva en alza.
También Kicillof tiene legítimas aspiraciones de sumar nombres a ese listado. Uno de los que se menciona en La Plata es el actual viceministro de Salud Nicolás Kreplak, de gran protagonismo durante los meses más duros de lucha contra el coronavirus. "Nicolás es un cuadrazo, que además cuenta con el respaldo de Cristina", dicen en el entorno del gobernador.
Pero curiosamente quien mejor mide en las encuestas (después de la marca Frente de Todos, que supera a todos los nombres propios), es alguien a quien nadie se anima a mencionar: Sergio Berni. "Es la carta que la Jefa tiene en el mazo para jugarla si es necesario", confía a Data Clave un encumbrado dirigente camporista. El nombre del ministro de Seguridad bonaerense tiene dos resistencias muy poderosas: Alberto y Massa no lo pueden ni ver. Pero una banca muy poderosa: la de Cristina. "Si queremos ganar, tenemos que poner a los que mejor miden y, nos guste o no, Berni tiene la mejor imagen de todos en la provincia", dice un pragmático dirigente provincial, con muchas batallas electorales en el lomo.
Comité de campaña
Equipo que gana, no se toca, dice una máxima futbolera. Por eso el planteo del oficialismo es repetir en la mayor cantidad de presentaciones y actos posibles a los mismos actores (y actrices) que en 2019. "Alberto, Axel y Cristina se van a poner al hombro la campaña, con eje en la recuperación económica, ya es palpable que la vacunación va a buen ritmo y ahora es momento de empezar a producir a fondo para recuperar la Argentina, que fue lo que prometimos y no pudimos hacer por la pandemia", reafirma uno de los integrantes de la Mesa de los Lunes.
Este espacio, autodenominado de ese modo porque se juntan todos los lunes desde hace dos meses, es el mismo que funcionó durante la campaña presidencial. Lo integran los "camporistas" Rodrigo "Rodra" Rodríguez, Hernán Reibel, Santiago Patucho Álvarez y Santiago Carreras; los "albertistas" Juan Pablo Biondi, Francisco "Pancho" Meritello, Javier Porta, y Marcelo Martín; Jésica Rey, en representación del gobernador bonaerense; y Santiago García Vázquez por el massismo. En el equipo también participa el politólogo Juan Courel, quien centra su tarea en los aspectos discursivos de los candidatos.
La tarea principal de este grupo es amalgamar acciones de los espacios que integran el Frente de Todos, unificar los ejes de discusión de la campaña, y plantear estrategias sobre cómo comunicar, sin meterse en la discusión de las candidaturas. También analizan encuestas y proponen líneas discursivas diferenciales para la gestión y la captación de votantes.
A la cabeza de las decisiones está la Mesa Política, integrada por Alberto y Cafiero, quienes se reúnen permanentemente con Máximo Kirchner, Wado de Pedro, y otros miembros de la coalición. "La mesa de comunicación es la misma que en 2019. Luego por la vorágine de la gestión no nos juntamos. Ahora, que se viene la campaña, nos volvimos a juntar desde hace varias semanas, aunque los últimos dos lunes no hubo encuentro porque se están esperando definiciones sobre las candidaturas", concluye uno de los asesores de los lunes que confirma que el grupo de whastapp de asesores sí sigue muy activo.
Justamente a esta mesa es a la que peor le cayó la supuesta revelación de Alberto vía Timerman. "Nos juntamos para coordinar cómo comunicar y se termina comunicando sin estrategia. No nos puede volver a pasar", reflexionaron al unísono casi la totalidad de los integrantes del chat
El asesoramiento profesional vendrá de la mano de Leandro Raposo, quien además de ser un reconocido profesional de la publicidad a nivel mundial, es un peronista convencido, que de joven militó en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES). Convocado nuevamente por Enrique “Pepe” Albistur, quien ya lo había sumado a sus equipos de difusión en campañas anteriores, el titular de la agencia The Cyrannos/MCann, actualmente radicado en España, también será de la partida.