“El cambio de domicilio pasó de moda”. La frase le pertenece a un intendente peronista del Conurbano. Pero, a juzgar, por los últimos tiempos también podría valerle a cualquier dirigente de la oposición. El salto de vereda dejó de ser una condición inherente a un solo partido político y, en la actualidad, el político, como sujeto tácito, ya “no es de aquí, ni es de allá/no tiene edad, ni porvenir/ y ser feliz/ es su color de identidad”, parafraseando a Facundo Cabral.

Y si de identidad se trata como muestra alcanza un color, justamente. Basta recorrer las redes durante las últimas horas para dar con la cabellera colorada de Diego Santilli como principal foco de atracción para una campaña política que, claro está, no hace referencia a su condición actual de vicejefe de la Ciudad Buenos Aires.

Los motivos, son claros. Santilli busca ser representante en la Cámara baja del Congreso de la Nación desde la provincia de Buenos Aires en un claro desembarco que no solo expone la falta de candidatos que tiene el PRO bonaerense sino también la necesidad de recurrir a lo que quede de la estirpe peronista en la que se forjó el número dos de Horacio Rodríguez Larreta.

Con ocho años en CABA con representación ejecutiva, el cambió de código postal de Santilli no cayó bien en el PRO bonaerense. El propio Jorge Macri fue el primero en oponerse. Incluso otros jefes comunales que siempre se mostraron en contra del salto de un porteño cambiaron de parecer en los últimos meses y hoy militan por un representante de CABA al que tanto cuestionaban en la previa.

“No era algo en contra del Colo. Nos parece un gran candidato. Es el mejor que tenemos para este momento porque entendemos que esta elección no tiene por qué estar relacionada con las aspiraciones que podamos tener los intendentes en el futuro. Llegado ese momento, volveremos sobre lo mismo: tenemos que poner a un bonaerense a cargo de la Provincia”, le dice un jefe comunal del PRO a Data Clave.

“Lo único que proponen es el cambio de nombre y de domicilio”, dijo ayer la candidata a diputada nacional por el Frente de Todos, Victoria Tolosa Paz en un claro dardo a la oposición. No fue la única. En diálogo con Data Clave, la ministra de Gobierno bonaerense, María Teresa García sostuvo que “no sé cómo va a hacer Santilli para explicar que puede ser una alternativa en la Provincia cuando fue cómplice de una gestión que dejó a la gente empobrecida, sin trabajo y con las tarifas por las nubes. Del mismo modo que no entiendo cómo va a explicar esto mismo la ex gobernadora bonaerense en la Ciudad. Me marea hasta mí explicarlo. Imagino lo que le va a pasar al electorado”.

La otra apuntada, claro, es María Eugenia Vidal, quien será primera candidata por CABA luego de gobernar cuatro años en la Provincia. “No es nada nuevo. Fue vicejefa de la Ciudad y cuando le tocó ser gobernadora lo hizo desde allí”, le dijo a este medio un diputado provincial del Frente de Todos.

El otro golpe llegó desde el massismo. “Repiten el ida y vuelta de la “#OrgullosamenteBonaerense”@mariuvidal Nuevo vicejefe porteño utiliza la provincia de Buenos Aires en compensación. CABA elige sus gobernantes, impone candidatos en PBA y condiciona al gobierno nacional. Quizás sea hora de una reforma institucional”, aseguró por las redes Sebastián Galmarini.

Claro que desde JXC se defienden: “Ellos hablan de violar la constitución. Los mismos que pusieron a Scioli y a Kicillof. La diferencia de ahora es que ya se comprobó que el cambio de domicilio no es un golpe que afecte al votante. Si sos buen candidato, te votan. Simple”, le dice a Data Clave el mismo intendente del Conurbano.

Por cierto, el ex gobernador bonaerense fue denunciado en varias ocasiones previo a ganar las elecciones de 2007 por no tener residencia en la Provincia. Pero lo cierto, en perspectiva, es que el propio Kicillof también llegó a su actual cargo luego de representar en el Congreso, como diputado, a la Ciudad de Buenos Aires. 

A pocas horas del cierre, el temor de los intendentes PRO reside en que Larreta busque rellenar las listas con candidatos porteños. Habrá que ver si con las listas confirmadas la General Paz se vuelve simplemente un paso nivel entre una candidatura y otra.