Batalla de Tucumán: operativo Manzur y la visita del entusiasta Prat Gay
Gobierno ratificó esta semana su respaldo pleno al gobernador tucumano, con el objetivo de sostener la unidad del peronismo. El ex ministro de Economía viajó al Norte con el objetivo de incluir a Bussi a un gran frente opositor. Escepticismo de la UCR. Tucumán reparte este turno cuatro bancas en Diputados y las 3 del Senado.
Tucumán se convirtió esta semana en un frente de batalla electoral. El Gobierno envió recursos al jardín de la república para respaldar al gobernador Juan Manzur, que el jueves visitó al presidente Alberto Fernández en Casa Rosada. La interna del peronismo local preocupa al Ejecutivo Nacional que no quiere regalar ni un escaño a la oposición, con el objetivo de dominar la Cámara de Diputados a partir del 10 de diciembre de este año.
En la provincia del norte se renuevan este turno cuatro bancas en la Cámara baja, que corresponden actualmente al Frente de Todos (2), una a la UCR y la restante al Partido de la Justicia Social (Beatriz Avila, una peronista aliada al intendente de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro, y cercana a Juntos por el Cambio). Pero también renuevan las tres bancas del Senado: la de Alperovich (en licencia), la radical Silvia Elías de Pérez y la oficialista Beatriz Mirkin.
La importancia de esta elección la destacó el vicegobernador, Osvaldo Jaldo: “Tenemos que asegurar el congreso, los números suficientes en la Cámara de Senadores y de Diputados para darle a nuestro presidente y a nuestra vicepresidenta las leyes necesarias para seguir gobernando este país en pandemia”.
Pero aún no ha habido reconciliación entre Jaldo y Manzur, que cuenta con el incondicional respaldo tanto de Alberto Fernández como de Cristina Fernández de Kirchner. Pocos gobernadores pueden decir lo mismo. En Casa Rosada sostienen que Jaldo fue el responsable de la crisis política que se desató por una disputa de cargos en la Legislatura, pero que responde a la disputa por el 2023.
Ese respaldo se volvió a ratificar el pasado lunes, cuando se presentó el Plan de Obras a implementar en las 93 comunas rurales, un programa que dispondrá de una línea de créditos de entre $3.000 y $3.000 millones, financiado entre Nación y Provincia. Del acto participaron, en formato virtual, los ministros Nicolas Trotta (Educación), Matías Lammens (Turismo), Gabriel Katopodis (Obras Públicas) y Eduardo “Wado” De Pedro (Interior).
Tres días después, Manzur viajó a la Ciudad de Buenos Aires y pasó por la Rosada a agradecer, en persona, “el apoyo permanente de sus ministros en todas las áreas para el crecimiento constante de Tucumán”.
A un mes para el cierre de listas, el Frente de Todos deberá resolver las diferencias para evitar que un frente dividido favorezca a la oposición y los aleje del quórum propio en Diputados.
Para beneplácito del Gobierno provincial y nacional, las cosas no están mucho mejor en la oposición. Esta semana pasó por Tucumán el exministro de Hacienda en los primeros años macristas, Alfonso Prat Gay. Ni bien pisó la provincia, tuvo que aclarar: “No vengo detrás de ninguna candidatura. Vengo a tratar de lograr la unidad y el mejor equipo posible”.
Prat Gay fue invitado por los intendentes de Yerba Buena, Mariano Campero, y el de Concepción, Roberto Sánchez, en un encuentro que se reflejó en las redes sociales. Pero también se reunió con la senadora nacional Silvia Elías de Pérez y el diputado José Cano: acá no hubo foto. Y no hubo foto por el malestar que genera en la Unión Cívica Radical las intenciones del economista de ampliar el frente opositor incluyendo a Ricardo Bussi (Fuerza Republicana), el hijo de un genocida de la última dictadura militar denunciado por abuso sexual. Ese malestar lo comparte Germán Alfaro, intendente de San Miguel de Tucumán, que también fue visitado por el exministro, pero aclaró que él es “la mayor fuerza de la oposición” y aseguró que Bussi “es lo mismo que Manzur y Jaldo, sería darle las mismas opciones a los tucumanos”.
No hubo esta oportunidad encuentro entre Prat Gay y Bussi, pero Campero manifestó el deseo del economista: “Estas diferencias deben ser un valor agregado que tenemos que saber administrarlo. Queremos que estén todos, Germán, Ricardo”.
Tanto Cano como Elías de Pérez aspiran a renovar sus bancas en el Congreso. En el caso de Cano, quien moderó su perfil opositor respecto a varios de sus correligionarios, en su apuesta para renovar en el Congreso está el deseo de presidir la Bicameral de Control de la licitación y el funcionamiento de la Hidrovía, proyecto que aún debe ser aprobado en Diputados pero cuenta con el respaldo de Juntos por el Cambio.
Pese a que Cano no representa a una provincia ribereña de la vía troncal, el interés del radical sobre esta cuestión se manifestó meses atrás cuando presentó un proyecto de resolución para que el Gobierno nacional presente informes para indagar sobre las 16 toneladas de cocaína que bajaron por el Paraná sin control alguno, anticipado por Data Clave. Para renovar su banca, o incluso apostar un salto al Senado, Cano cuenta con el respaldo de Horacio Rodríguez Larreta.
En estos momentos los radicales negocian un frente con Alfaro, los une la enemistad con Bussi, y no mucho más. Pero también el deseo de aprovechar la crisis que castiga al peronismo, que domina la provincia del norte, es un estimulante para acordar un frente amplio.