La situación del crimen organizado en Santa Fe y en especial en la ciudad de Rosario, encendió la alarma en todo el arco político nacional. La decisión del gobernador Omar Perotti de desplazar al ministro de Seguridad se sumó a un derrotero de renuncias y cambios en la cartera que nunca llegaron a buen puerto. 

En este sentido, en Juntos por el Cambio hay posturas encontradas. Mientras la presidenta del PRO y precandidata presidencial, Patricia Bullrich, propone militarizar la provincia ante el avance del narcocrimen organizado, desde la Unión Cívica Radical plantean una alternativa. Uno de sus históricos referentes planteó la intervención federal de los poderes ejecutivo y judicial del estado provincial. 

Se trata del exministro del Interior y otrora diputado nacional, Federico Storani, quien propone que el estado nacional se plantee la intervención de Santa Fe para iniciar de inmediato un conjunto de acciones, en especial “actuar en la prevención”. “Nación debería plantear la hipótesis de intervenir los poderes ejecutivo y judicial de la provincia de Santa Fe antes que se pierda el control total y el narcocrimen se expanda”, afirmó Storani. 

Para el dirigente radical, “la garantía del éxito en el combate contra el narcocrimen organizado está en la coordinación de ejecutar una política que integre a las tareas de inteligencia, la prevención, la educación y la contención social, que tienen que actuar de manera conjunta”. Según explicó, al estar intervenida por el gobierno federal, el interventor tiene a su cargo las fuerzas federales de Policía Federal, Gendarmería, Prefectura y PSA.

“Se crearía un comando conjunto entre las cuatro fuerzas con un representante por cada una de estás que responderían a una jefatura y este último reportaría al interventor federal”, detalló Storani. Y agregó: “Las fuerzas federales junto con la intervención a la Justicia crearían reglas de combate contra el narcocrimen organizado para mantener su accionar dentro del marco legal mientras que las acciones serían quirúrgicas, planificadas a partir de información de inteligencia”. 

En cuanto a la educación “maestros y profesores recibirían una capacitación especial para poner en práctica con los alumnos, la prevención se haría mediante campañas en medios y redes sociales sumado al apoyo de la población mediante el aporte de datos de manera anónima. Y la contención social se ejecutaría atendiendo los problemas de la gente y apoyando a las familias con asistencia social y psicológica mediante un método que no los ponga en riesgo”. 

Storani destacó que “de esta forma no solo atacaríamos al narcocrimen organizado sino que lucharíamos contra el actual y el futuro consumo de drogas, e impediríamos que los chicos de hoy terminen siendo parte de los carteles”.

“De no actuar pronto, el modelo de narcocrimen organizado santafecino y en especial el rosarino se volverá más incontrolable, pudrirá a gran parte de la política, la policía y la justicia, y estarán totalmente a las órdenes de los carteles bajo la antigua consigna mafiosa de ‘dinero o muerte’”, advirtió Storani. 

Y alertó: “Este modelo se está exportando a otros lugares del país como La Matanza y seguramente ya está presente en otros distritos del Conurbano, por eso hay que mostrar decisión con hechos eficientes que respondan a un plan integral, porque hasta ahora solo se ve que la guerra contra los narcos en la provincia de Santa Fe y en especial la ciudad de Rosario se está perdiendo”.