Alberto Fernández: "Argentina viene creciendo a un ritmo muy importante y no queremos que se desacelere"
En su tercer día en Los Ángeles, el presidente realizó un balance de la presencia de la delegación argentina en la IX Cumbre de las Américas. "Hemos tenido una buena participación y el encuentro arroja resultados muy positivos, a pesar de las ausencias", sostuvo el mandatario ante los enviados especiales. Una semana después de su "eyección" del gabinete, por primera vez se refirió a la renuncia de Matías Kulfas. "Fue un gran ministro que cometió un error imperdonable", reafirmó. Y también volvió a referirse a las condiciones en la que está el mundo a causa del conflicto ruso-ucraniano: "la guerra es una inmoralidad", concluyó.
Tras dos jornadas de intensa actividad y antes de emprender el retorno rumbo a la Argentina, Alberto Fernández conversó con Data Clave y el resto de los enviados especiales a la Cumbre de las Américas, que se realiza en la ciudad de Los Ángeles. Desde el roof bar ubicado en el piso 24 del hotel Ritz donde se aloja junto a su comitiva, el Presidente realizó un primer balance de su participación en el encuentro continental, al que calificó como "muy positivo, a pesar de las ausencias".
También se refirió por primera vez a la renuncia de Matías Kulfas, a quien calificó como "un buen funcionario, que cometió un error que no se puede dejar pasar" , resaltó que "no existe ninguna posibilidad de ajustar el gasto social" porque "la Argentina viene creciendo a un ritmo muy importante y no queremos que se desacelere".
Balance de la gira
P- ¿Cuál es el primer balance que efectúa de su participación en la Cumbre de las Américas?
Alberto Fernández- A mí me tocó hablar por la Celac y ahí di mi posición sobre lo que creía que pasaba en esta cumbre, en América y hacía donde debíamos transitar. No voy a evaluar lo que dije, pero creo que fue una jornada valiosa. A la noche tuve un intercambio de palabras buenas con el Presidente Biden para seguir viendo cómo seguir con este tema. Vamos a seguir trabajando. A pesar de las limitaciones por las ausencias que hubo fue una buena cumbre.
P- ¿Fue consensuado el discurso con el resto del continente y qué impacto tuvo en los Estados Unidos?
AF- La Celac es una organización donde quien ejerce la presidencia tiene la voz de la Celac. No tuvimos ninguna reacción en contra. Hasta el presidente de República Dominicana, que es alguien que por ahí no está cerca de mí ideológicamente, apoyó las palabras. Ayer recibí solo palabras de apoyo. Los discursos no se consensuan, son propios, sino son documentos.
P- ¿Qué impacto tuvo su discurso en los Estados Unidos?
AF- Antes de venir tuve demasiadas charlas con funcionarios y dirigentes de los EE.UU. y sabían perfectamente lo que iba a decir. Fue una posición muy honesta la que plantee. No hubo ningún tipo de sobresalto. Como terminó mi mensaje, no vine a poner más muros, sino a construir puentes. Intercambiamos unas palabras con Biden, en una reunión social, pero de ningún modo hubo un reproche, todo lo contrario.
Reacción de los mercados y FMI
P- ¿A qué atribuye la reacción negativa de los mercados, tras la caída abrupta de los bonos y la suba del riesgo país tras la aprobación de de la primera revisión del acuerdo con el Fondo Monetario?
AF- Hablé ayer con Martín Guzmán y Miguel Pesce y otra vez esta mañana. Nosotros esperábamos que por esta época esto podía pasar porque muchas empresas se desprenden de títulos para cumplir con obligaciones. Creo que la cosa se va a ir ordenando paulatinamente y obviamente seguiremos de cerca el tema para monitorearlo y para intervenir si es necesario.
P- ¿Existe algún tipo de reasignación del gasto social que contemple ajustes?
AF- Nosotros no estamos pensando en acotar ningún tipo de gasto en materia social. Argentina está teniendo un crecimiento realmente muy importante y, por lo tanto, no queremos que ese ritmo se frene o se desacelere. Estamos monitoreando el día a día. Insisto, la ironía es que la Argentina crece y ese crecimiento demanda dólares para los insumos y, a pesar de que las exportaciones crecen mucho, por momentos se vuelven insuficientes para la cantidad de dólares que reclaman o se necesitan en la industria. Es algo que vamos a ir corrigiendo poco a poco. El Fondo ya ha dicho que es necesario recalibrar todo por la inflación que se ha dado en los alimentos en todo el mundo.
P- ¿Y cómo prevé abordar el problema de la inflación, sobre todo en lo referido a los alimentos que integran la canasta básica?
AF- La inflación de alimentos es un tema que preocupa a todos, hablé de esto con (Justin) Trudeau y con (Jair) Bolsonaro y debemos ponernos a trabajar en conjunto entre todos los países. Por lo tanto cualquier acción de recalibración que tengamos que hacer sobre lo que hemos programado en materia de acuerdo con el FMI tiene más que ver con una iniciativa del Fondo y que nosotros por supuesto compartimos.
Cambios de gabinete, G7 y renuncia de Kulfas
P- ¿Qué opina sobre los socios del Frente de Todos que plantean repensar el gobierno y efectuar más cambios de gabinete de cara al año y medio de gestión que les resta?
AF- Nos queda un año y medio en el que tenemos que ser actores de otro mundo. Lo que siento es que los argentinos y la prensa particularmente, está demasiado encerrada en lo local y no ven la dimensión del cambio que se está produciendo en el mundo. El concepto global que nosotros conocemos hoy está en crisis y está en crisis de peor modo: con falta de energía y con falta de alimentos. Ayer en la reunión con Guterres tuve la oportunidad de interiorizarme sobre este tema y él fue muy generoso por contarme en detalle todo lo que Naciones Unidas estaba haciendo básicamente para poder garantizar al mundo los alimentos.
P- ¿Ese contexto internacional comprende también la invitación a la Argentina para participar del G7?
AF- Esta invitación tiene que ver con una mirada mía que le plantee a Scholz y a Macron que tiene que ver con el tema de la guerra no tiene que ser una discusión del Norte, tiene que ser una discusión del mundo porque en el Sur se padece la guerra enormemente, porque los primeros que van a padecer la falta de trigo y hambre va a ser América Latina, va a ser África, los países asiáticos. Por eso pedí que esa voz sea escuchada. Eso también se lo transmití a Joe Biden cuando hablamos días atrás por teléfono que para mi es la preocupación más importante. Cuando muchos me dicen que la guerra es una oportunidad más allá de la inmoralidad que significa pensar que hay una oportunidad porque se mata gente, quisiera que eso no ocurra. Quisiera que ordenemos el contexto internacional para que los daños no se profundicen. En eso estamos trabajando, estamos trabajando en encontrar soluciones al peor escenario. Toda la atención y esfuerzo está en esto, por eso me involucré personalmente en esta agenda, por eso la reunión en Europa, por eso acepté la invitación de Biden, por eso vamos a estar en el G7 y por eso vamos a estar en los Brics. En todos lugares en donde podamos llamar la atención y reclamar que nuestra voz sea oída en un momento muy crítico. Estamos concentrados en eso.
P- A una semana del incidente que le costó el cargo a Matías Kulfas, ¿cómo vivió lo ocurrido?
AF- Hoy fue a declarar como testigo en la causa iniciada a partir de una denuncia basada en sus dichos. Matías fue un gran ministro que cometió un error que yo no puedo soportar: que en un off se hable mal de otro funcionario del gobierno. Es más, reniego de los que hablan en off, debo confesar. Es mejor hablar francamente.
Su relación con CFK y renta inesperada
P- ¿Cómo se gestó el proyecto para gravar la renta inesperada?
AF- Ese era un proyecto que nosotros teníamos ya preparado con Martín desde el día que anunciamos los bonos para los sectores más postergados y los bonos para los jubilados, era una decisión que yo ya había tomado de llevar al Congreso y está en sintonía con lo que está pasando en otros lugares del mundo. Lo mandé al Congreso, el Congreso lo analizará y verá cómo lo trata.
P- ¿Y la relación con Cristina?
AF- La vicepresidenta tiene un rol institucional, yo soy el presidente y tengo un rol institucional, hablamos cuando hace falta que hablemos.