Alberto en Rusia: "Tenemos una dependencia muy grande del FMI y de EE.UU, hay que tender otros puentes"
Tras su encuentro con Putin, el presidente brindó precisiones de la bilateral realizada en Moscú. La importancia de la vacuna Sputnik para las relaciones con Rusia y mirada crítica al Fondo Monetario Internacional.
El presidente Alberto Fernández ratificó este jueves que el país apunta a generar inversiones y ganar autonomía, ya que "la Argentina tiene una dependencia muy grande del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de Estados Unidos. Necesitamos abrir otros puentes, y apostar por el multilateralismo, sin ser satélites de nadie".
Sobre su encuentro con Vladimir Putin, el presidente detalló: "me habló de la historia de sus padres y me mostró sus retratos, que tiene enmarcados como si fuera en pancartas. Fue un diálogo con mucha confianza, en el que hablamos francamente. Él está muy agradecido porque fuimos el primer país de América Latina que aprobó la vacuna Sputnik, y yo también, porque Rusia nos ofreció vacunas cuando escaseaban y pudimos comenzar rápidamente a inmunizar a la población".
Luego, Fernández respondió preguntas de periodistas que integran la comitiva argentina.
¿Esa cooperación que se dio durante la pandemia, en medio de la emergencia sanitaria, ayudó a construir confianza para otras formas de cooperación que pueden darse ahora?
AF: Sin dudas. Durante la reunión repasamos la historia reciente del vínculo entre Argentina y Rusia y ambos evaluamos que los acuerdos de 2015, por los que nuestra relación bilateral fue elevada al rango de asociación estratégica integral, fueron muy importantes, pero no habían salido del todo del papel. Había que empezar a materializarlos. Nuestras Cancillerías y diferentes Ministerios ya vienen reuniéndose y avanzando en acuerdos efectivos, más concretos. Lo que se hizo en materia de vacunas tuvo un resultado formidable… ¡Y pensar que algunos nos atacaron tanto cuando conseguimos la Sputnik! ¡Llegaron a decir que era una vacuna comunista! Lo cierto es que Rusia nos ayudó cuando recién empezaban a producirse las vacunas y había escasez.
¿En qué áreas se está avanzando ahora?
AF: En el área de salud ya hay un camino recorrido y queremos ampliarlo. Que la experiencia con la vacuna Sputnik, que ya se fabrica en el país, sirva para que otros productos farmacológicos rusos puedan fabricarse con tecnología argentina. Hablamos mucho también sobre energía, que es un área crucial para la Argentina y también para Rusia: gas, petróleo, pero también energías renovables, como la eólica.
¿Hablaron sobre el desarrollo de centrales nucleares para uso pacífico?
AF: Putin me lo planteó; es una posibilidad. También hablamos de la industria satelital.
¿Y en materia de transportes y logística? Rusia tiene ya inversiones en la industria ferroviaria argentina…
AF: La compañía rusa Transmashholding ya está trabajando en el país y yo le propuse que la empresa Kamaz, que es un gigante en la fabricación de camiones, también se instale en la Argentina. Pero eso sí: que no sea para ensamblar, sino para fabricar.
¿Qué importancia le atribuye Putin al reciente acuerdo de la Argentina con el FMI y en qué medida era necesario para destrabar inversiones?
AF: Su valoración es que el acuerdo era muy importante para avanzar. Ambos tenemos una mirada muy crítica sobre el funcionamiento del Fondo, que compartimos en nuestro diálogo, pero él es un hombre muy pragmático.
En la recepción, usted dijo que la Argentina siempre fue muy dependiente de los Estados Unidos y el Fondo. Fue una definición política fuerte…
AF: Es apenas una descripción de la realidad. Esa dependencia existe y necesitamos abrir otros puentes y apostar por el multilateralismo, sin ser satélites de nadie. No queremos ser satélites de nadie. Tenemos que tener relaciones con todos y así vamos a ampliar las oportunidades de cooperación e inversiones y ganar más autonomía como país.
¿Eso significa desideologizar las relaciones exteriores? Porque Argentina parece oscilar entre dos polos: pro Estados Unidos o anti Estados Unidos. En Brasil, cuando Lula era presidente, se llevaba tan bien con (Barack) Obama como con Putin y en el mismo viaje a Medio Oriente lo recibían como un amigo en Jerusalén, Ramallah y Teherán...
AF: Así debe ser. Lula se afirmó con Néstor contra el ALCA y después se reunió con (George) Bush a los abrazos, sin que ello perjudicara las relaciones de Brasil con Estados Unidos. Yo no creo en los alineamientos, sino en una política exterior pragmática que busque el interés del país y que apueste siempre por la cooperación y el multilateralismo.
¿Hablaron sobre Ucrania?
AF: No fue un tema. Putin me expresó su posición y yo le dije que la Argentina creía en la vía de la negociación diplomática para resolver los conflictos.