Agenda judicial en el Congreso: Para el oficialismo "la prioridad debe pasar por tener nuevo procurador"
De cara al inicio de las sesiones extraordinarias, mientras la reforma judicial descansa en algún cajón de los despachos de la comisión de Asuntos Constitucionales de Diputados, el oficialismo entiende que la prioridad pasa por otro proyecto. Con distintas estrategias, al interior del Frente de Todos sostienen que el objetivo principal tiene que ser el pliego de Rafecas. A pesar de esto, la agenda de enero será económica.
Los proyectos destinados a reformar integralmente la justicia fueron incluidos en sesiones extraordinarias. Tanto la reforma judicial enviada por el Ejecutivo como el proyecto del Ministerio Público Fiscal impulsado en el Senado. Desde el “albertismo” sostienen que la prioridad está en lograr la designación del candidato del Ejecutivo, Daniel Rafecas. Sin embargo, señalan que esto debería ir de la mano “de la reforma judicial”.
En el Senado, la discusión nunca tuvo un candidato preciso como referencia. Coinciden en que la prioridad debe ser el procurador, aunque han evitado ser tajantes sobre el nombre indicado para ese puesto. La oposición ha remarcado todo el año que fue el propio oficialismo quien nunca mostró voluntad de tratar el pliego del candidato de Alberto Fernández. El Frente de Todos argumentó que nunca tuvo los dos tercios para asegurar el tratamiento. Por eso, avanzó con un proyecto para modificar los números necesarios en la designación del jefe de fiscales, el senador Oscar Parrilli fue el abanderado.
Tampoco se sabe ni se tiene certeza sobre la chance de que el proyecto de reforma judicial con media sanción tenga un tratamiento durante el verano. Lo que sobra es la incertidumbre. La cámara alta ya hizo lo suyo y ahora corresponde a Diputados lograr el resto pero el tema no se ha puesto sobre la mesa para un posible abordaje. Hasta el momento, el oficialismo en Diputados adelantó que tratará la prórroga a la ley de biocombustibles en una sesión a realizarse el 20 de enero y que podría mover el proyecto de blanqueo e incentivos para la construcción.
El principal problema para el Frente de Todos en el frente judicial es el poroteo que está bien difícil. Con la negativa de Consenso Federal y del bloque de Córdoba, el oficialismo quedó en un eclipse total de aliados. En el recinto de la Cámara baja, el Frente de Todos debe lidiar con una fragilidad que lo expone a tener que negociar todos los temas y a la reforma judicial le llueven críticas por todos lados. Por momentos, hasta de los propios. El bloque de diputados no tiene claro cuándo podría mover el proyecto que está incluido en extraordinarias. No lo descarta pero tampoco lo ponen como un número fijo en los primeros meses del año.
En la oposición afirman que todavía no han registrado conversaciones informales para comenzar a tratar los proyectos. Sospechan que no “hay mayor interés” de hacerlo en los próximos días y confían en off que el oficialismo no tiene hoy el número para siquiera poder conseguir el quórum que habilite una posible sesión por estos temas.
En este contexto de río revuelto, la Coalición Cívica de Elisa Carrió sigue presionando dentro de Juntos por el Cambio para que avance el pliego de Rafecas en el Senado. Aún sin tener un solo senador, aseguran que hay varios opositores dispuestos a votar y darle los dos tercios al Frente de Todos. Creen firmemente que es el mal menor y que si no es el actual juez federal, el kirchnerismo podría colar “un fanatico”.
La incertidumbre y los cuestionamientos a la política judicial en el Ejecutivo tiene eco en el Congreso. Las propuestas que intenta hacer avanzar el oficialismo tienen un sinuoso camino por ambos frentes, tanto los que impulsan desde el “albertismo” como los del “cristinismo”.