A pedido de Alberto, Frederic se reúne con intendentes del Conurbano y tensa aún más la relación con Berni
El último jueves y este lunes la ministra de Seguridad recibió a jefes comunales del Frente de Todos y del Gran Buenos Aires para analizar el "redespliegue" de las fuerzas federales en el territorio. En el entorno del ministro bonaerense aseguran que no es potestad ni de Nación ni de los intendentes intervenir en el diseño de esas políticas. Crece la tensión mientras la inseguridad no da respiro.
El jueves 18 de marzo apareció “M”, la niña de 7 años, en Luján, tras un intenso operativo de búsqueda que incluyó un descomunal despliegue de fuerzas de seguridad. En la conferencia de prensa que anunció el éxito de ese operativo, volvieron a quedar expuestas las diferencias entre Sergio Berni, ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires y Sabina Frederic, titular de la misma cartera a nivel nacional.
El episodio fue grotesco y público. Y hubo luego intentos para minimizar las tensiones entre ambos funcionarios y asegurar que, por fuera de esos cruces, la coordinación entre las jurisdicciones era plena y la articulación en el territorio no corría riesgos.
Pero las diferencias entre Berni y Frederic son cada vez más grandes y ya no hay esfuerzos por acercar a ambas partes. Por el contrario, Alberto Fernández empoderó a su ministra y la envió a reunirse directamente con los intendentes, preocupados al señalar que las fuerzas federales no están desplegadas donde corresponden.
Frederic acató la orden del Presidente y en cuatro días mantuvo diversos encuentros con intendentes del Frente de Todos del Gran Buenos Aires para coordinar las tareas de esas fuerzas en el Conurbano. En ninguno de estos eventos hubo participación de funcionarios bonaerenses, que estallaron al ver lo que ellos consideran “una chiquilinada”, al sostener que ni los intendentes, ni Nación tienen potestad para decidir sobre la política de seguridad de la Provincia.
El último jueves Frederic recibió a Juan Zabaleta (Hurlingham), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Gustavo Menéndez (Merlo) y a Fernando Espinoza (La Matanza). Este lunes se reunió con Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Andrés Watson (Florencio Varela) y Nicolás Mantegazza (San Vicente) para trabajar "en el redespliegue de las Fuerzas Federales en los municipios para una mayor seguridad de las y los vecinos", según lo que publicó en su cuenta de Twitter la ministra. Desde su entorno le dijeron a Data Clave que en los encuentros Frederic buscó “conocer de primera mano la situación de los municipios”, y que los invitados querían rediscutir con Nación, a partir de su conocimiento, la “redistribución de estas fuerzas”.
Actualmente Nación tiene desplegado en el Gran Buenos Aires 4.000 efectivos de la gendarmería, 1800 miembros de la policía federal arriba en formaciones de trenes y estaciones del AMBA y otros 2 mil efectivos en tareas de investigación con colaboración con el poder judicial.
Desde el entorno de Berni, según pudo averiguar Data Clave, no sólo no están ajenos a estos diálogos que se han dado sino que consideran que es una provocación. “Las declaraciones públicas es que hay reuniones para redistribuir las fuerzas, ni los intendentes ni nación tienen potestad para meterse en el diseño de la política de seguridad. Frederic se puede reunir con quien quiera, y los intendentes también, pero no pueden intervenir de ese modo en un gobierno provincial”, aseguró la fuente consultada por este medio.
“¿Cuántas veces se reúne con los intendentes de Córdoba, o de Santa Fe, y por qué sólo se reúne con los del Frente de Todos?”, insiste en su tesis la fuente del ministerio bonaerense.
Otro integrante del gobierno bonaerense, indignado con estas demostraciones por parte del Gobierno Nacional, fue más allá: “Están haciendo un recambio de gendarmes que no sirve para nada, la Provincia detuvo 30.000 delincuentes y las fuerzas federales 128”, explica. Y advierte que si no se refuerza la seguridad la situación en la Provincia podría empeorar drásticamente.
Del otro lado están los intendentes. En diálogo con Data Clave, un jefe comunal que asistió a estos encuentros argumentó que “la reunión no es contra de nadie, nos juntamos con la ministra porque sentimos que las fuerzas federales no están desplegadas donde deben estar”.
Los intendentes exigen más injerencia “en la redistribución de las fuerzas”. “Nadie dice que no debe estar la Provincia, nada que ver, pero nosotros sí queremos estar en la mesa”, agrega el mismo jefe distrital.
En “on” son algo más sutiles. “Trabajamos en el desarrollo del redespliegue de las Fuerzas Federales en los Municipios para brindar mayor seguridad a los vecinos y vecinas. Agradezco a Alberto Fernández y a la ministra por seguir sumando herramientas para cuidar a nuestra comunidad”, publicó Insaurralde tras el encuentro. “Los intendentes consideramos prioritario seguir sumando herramientas para cuidar a nuestros vecinos. Nos reunimos con Sabina Frederic articulando el redespliegue de Fuerzas Federales en los distritos”, agregó Cascallares.
En diálogo con radio Delta, el intendente de Tigre, Julio Zamora, aseguró que “las tres jurisdicciones trabajando juntos nos va a permitir ser más efectivos para combatir la inseguridad". Pidió también "poner todo el énfasis en los problemas de la ciudadanía. No puede haber problemas personales sino trabajo en conjunto”.
Pero en off de récord, los jefes comunales apuntan a que el conflicto entre Nación y Provincia los supera y que la coordinación no está del todo articulada. “No hay espacio para inconductas”, señala uno de los jefes comunales.
Desde el Gobierno Nacional insisten en que los intendentes “plantean tener una injerencia mayor en el despliegue de las fuerzas federales, que están en sus distritos pero no en los puntos que creen más sensibles o necesarios”. Y afirman que la coordinación sigue existiendo pero que es necesario “generar estos mecanismos”.
Pese a la búsqueda de minimizar en conflicto entre ambos ministerios, las fotos difundidas entre los funcionarios nacionales y los municipales enojaron al particular ministro, que ya demostró no tener problemas para hacer públicas las discusiones.