A días de las elecciones, recrudecen las tensiones en La Rioja: el Gobierno acusa de electoralista a la intendenta Brizuela
Quien cargó contra la jefa comunal en esta oportunidad fue el secretario del Interior, José Lepere, quien aseguró que “la verdadera violencia institucional es jugar y especular con la necesidad y el trabajo de la gente”. Días atrás, la mandataria de Juntos por el Cambio había acusado al gobierno provincial de armar una revuelta popular en la capital.
Días atrás se vivieron momentos de extrema tensión en la capital de La Rioja. Según denunció la propia intendenta Inés Brizuela y Doria, un grupo de personas intentó entrar por la fuerza al municipio. En su descargo, la jefa comunal aseguraba que no tenía los recursos para evitar el desmadre y le pedía auxilio al gobierno provincial.
“Seguimos sin custodia de las fuerzas de seguridad. Desamparo total. Le pido al Señor Gobernador que ordene la presencia policial YA, lo hago responsable de la seguridad de personas y bienes en la municipalidad”, expresó Brizuela y Doria desde su cuenta de Twitter.
Ahora, desde Nación redoblaron la apuesta y dispararon con munición gruesa contra la intendenta opositora. “Mientras el gobernador Ricardo Quintela anunciaba que se radicará en la provincia una fábrica de camiones, generando más de 200 puestos de trabajo, la intendenta de La Rioja ingresó por decreto a más de 2000 personas a planta permanente, en una clara medida electoralista”, apuntó el secretario del Interior, José Lepere desde la red social del pajarito.
En la misma sintonía, el funcionario sentenció: “Fue un acto irresponsable y desesperado a poco de las elecciones, sin contar con los recursos para pagar los sueldos y provocando una seria crisis financiera municipal. La verdadera violencia institucional es jugar y especular con la necesidad y el trabajo de la gente”.
Cabe recordar que este lunes por la noche manifestantes atacaron la residencia del Gobernador. Los incidentes se dieron en el marco de un acampe de trabajadores municipales que reclaman el pago de sus salarios, en medio de un tironeo político entre la gobernación y la intendencia.
Según indicaron medios locales, la tensión escaló al máximo cuando los manifestantes comenzaron a quemar gomas en el ingreso a la residencia e intentaron prender fuego un portón. Además, hubo piedrazos contra la policía y hacia el interior de la casa oficial.