La Cámara de Diputados comenzó esta semana el tratamiento en comisión de los proyectos de ley para reformar la Ley 26.122 de la por entonces senadora Cristina Kirchner que regula el régimen legal de los DNU. La oposición logró emplazar el debate y le puso fecha para la firma de dictamen el 30 de octubre. Por su parte, el oficialismo considera una actitud en contra de la “gobernabilidad” del presidente Javier Milei.

El mandatario fue consultado este viernes por la noche sobre el tema y anticipó que “obviamente” lo va a vetar si avanza una reforma que limite su accionar en un nuevo desafío a la voluntad de los bloques opositores. “En el fondo están queriendo hacer un golpe de Estado”, dijo en C5N y criticó que los bloques opositores quieran “cambiar las reglas a mitad de camino”.

En concreto, los más de 15 proyectos con estado parlamentario pretenden cambiar el formato actual que impone para el rechazo de un decreto el tratamiento por la negativa en ambas Cámaras. La mayoría de las iniciativas coinciden en que sea con solo un rechazo y otros más lesivos para el Ejecutivo imponen plazos para que los DNU pierdan vigencia.

En el debate que comenzó el miércoles quedaron expuestas las posturas de Unión por la Patria, Encuentro Federal que es el promotor del emplazamiento, la Coalición Cívica y de una parte del radicalismo. También algunos bloques federales como el diputado Sergio Acevedo de Santa Cruz se expresó a favor de reformar la ley. Los indicios indican que la oposición está cerca de los votos para la sanción de una nueva normativa y expone al gobierno a una nueva derrota.

Juan Manuel López, presidente del bloque de la Coalición Cívica calificó este debate como el “más interesante” que se dio en el Congreso desde 1994, año de la reforma constitucional y aclaró que “no es una ley en contra de Javier Milei” sino que es “pensando en los futuros presidentes”

“Entendemos que cualquier oficialismo se va a resistir, pero está la oportunidad de juntar 129 en Diputados y 37 en el Senado”, sentenció López en un blanqueo de la realidad del recinto. Una reforma que los Gobierno nunca quieren impulsar y solo puede darse en el contexto de una minoría oficialista inédita. Es ahora o nunca.

El tercio de hierro

La advertencia de Javier Milei de un posible veto llega en un contexto de movimientos intensos en los pasillos del palacio legislativo. Desde que comenzó la jugada de la oposición para reformar la ley de DNU el oficialismo busca evitar perder una de las herramientas fundamentales para un gobierno en franca minoría. 

El PRO acompañó en comisión pese a sus antecedentes de proyectos reclamando modificar la ley. Por su parte, Silvana Giudici cuestionó el tratamiento y dijo que “no es un tema para tocar a la ligera, toca el andamiaje de la república, el poder, el rol del Congreso”. La diputada bullrichista aseguró que la oposición “intenta recortar el cambio”. Sin confirmar un rechazo, el bloque amarillo se vuelve a alinear en la defensa del gobierno.

El Presidente movió sus fichas y confirmó a los pocos días una cena con gobernadores claves. En el Congreso, bloques federales que brindaron apoyo en los dos vetos anteriores hablan de contactos y consultas internas frente a la probable respuesta del Ejecutivo si sale la reforma a la ley de DNU. ¿Qué dicen en la previa? Que el Gobierno tiene un punto al argumentar desde la gobernabilidad y que la herramienta la usaron todos los presidentes. Como han hecho en los dos antecedentes mencionados, entienden el marco de minoría en el que funciona el Ejecutivo y la importancia del DNU como única herramienta que le queda. 

En el oficialismo esperan y buscan tener un dictamen propio con una redacción lo más amena posible para el Poder Ejecutivo. “Vamos a respetar la voluntad y la opinión de todos los diputados, estamos escuchando. Sabemos que hay que empezar a definir qué se entiende por Necesidad y Urgencia y de ahí en adelante ver cómo sigue esto”, afirmó a Data Clave el diputado de LLA, Julio Moreno Ovalle (Salta).

“Creo que se va a llegar a uno o dos proyectos, seguramente vamos a tener una propuesta”, aseguró el diputado y crítico a la oposición: “recién ahora se dan cuenta, todos los presidentes usaron esta herramienta”. 

En el oficialismo creen que esto es una nueva estrategia para “generar discordia” frente a un gobierno que en minoría tardó 6 meses en poder tener su primera ley.