El Gobierno sorprendió al anunciar que presentará un proyecto de ley para eliminar las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), un sistema electoral que fue sancionado en 2009 tras una iniciativa del kirchnerismo y que hoy sigue vigente con una fuerte defensa de otros bloques opositores como el PRO y el radicalismo.

“Este proyecto propone eliminar el régimen PASO, modificar la ley orgánica de partidos políticos y modificar el sistema de financiamiento de los mismos. Desde su creación, la PASO ha funcionado como una encuesta millonaria al servicio de la política y en detrimento de la economía y el tiempo de los argentinos”, manifestó el vocero presidencial, Manuel Adorni, en su habitual conferencia de prensa.

“Desde su introducción en el año 2011 hubo solo 10 agrupaciones políticas que dirimieron internas para las elecciones presidenciales, de los cuales el 40% no logró siquiera alcanzar el umbral del 1,5% para poder participar de las generales”, agregó.

A su vez, sumó: “Solo en 2023 tuvieron un costo de $45.445 millones. En términos reales esto fue mucho más gravoso y obligaron a los argentinos a tener que ir a votar tres veces”.

La eliminación de las PASO es una propuesta de campaña de Javier Milei y que incluso motorizó cuando era diputado nacional. También hay otros bloques que comulgan con la idea de eyectarlas. El propio kircnerismo, en 2022, presionó al expresidente Alberto Fernández para suprimirlas. 

“Yo soy partícipe de eliminar las elecciones intermedias y estoy trabajando fuertemente para ello. Creo que cada gobierno, cada fuerza política, cada coalición que ofrece una propuesta de gestión tiene que tener cuatro años para desarrollarlo”, había afirmado el exministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, en un reportaje periodístico.

Kirchnerismo golpista: Wado de Pedro desea eliminar elecciones intermedias

El oficialismo asegura tener los votos para hacer una reforma electoral, que necesita 129 votos afirmativos. Analizando el panorama actual, todo apunta a que esos votos serían suministrados por los gobernadores alineados con el Gobierno y con el grueso de los diputados de Unión por la Patria.

En el PRO hay un alto grado de escepticismo y creen que detrás de esto hay una jugada del Gobierno para distraer a la opinión pública. “Parece fulbito para la tribuna”, dijeron a Data Clave, agregando también que por el momento no hay un proyecto ni que tampoco se conformó una comisión para discutirlo.

Por otra parte, desde el partido amarillo remarcaron que dieron el “ok” para que el Gobierno presente el proyecto, pero no lo comparten. “Nuestro proyecto sigue siendo el de Maria Eugenia Vidal”, agregaron a este medio. A eso plantean la dificultad de hacer reformas en una época del año en el que ya se empieza a pensar en las próximas elecciones de medio término. El proyecto de Vidal, a grandes rasgos, no propone la eliminación de las PASO, pero sí que no sea obligatoria para los partidos políticos.

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En el radicalismo aún no hubo expresiones. Ni de Rodrigo De Loredo, de UCR-Evolución, ni tampoco del nuevo bloque “Democracia para siempre” que responde a Martín Lousteau. Sin embargo, los dirigentes de esos espacios siempre se han mostrado en contra de modificar el actual sistema electoral.

El anuncio del Gobierno generó sorpresa en otro sector de la oposición dialoguista que representan los intereses de los gobernadores. Fuentes parlamentarias aseguran que es llamativo el timing del oficialismo enviando este proyecto un viernes por la tarde, sobre todo con el disconformismo de algunos líderes provinciales por el Presupuesto 2025 y que amagan con presentar un dictamen propio. "Tiraron esto para tapar el quilombo del Presupuesto", manifestaron fuentes con acceso a despacho de legisladores dialoguistas.