¿Cómo se gestó el plan para producir la vacuna rusa en Argentina y cuál fue la asistencia del Estado?
Crédito para capital de trabajo por $30 millones. Asistencia financiera por $13 millones a través del Programa Soluciona. Apoyo para la construcción de una nueva planta. Intermediación entre proveedores de insumos y el laboratorio. Y trámites para agilizar la llegada del principio activo de la Sputnik V. Diálogo exclusivo con Guillermo Merediz, Secretario de la Pequeña y Mediana Empresa y los Emprendedores de la Nación.
La noticia del día fue el anuncio respecto a la producción de vacunas Sputnik VIDA (Vacuna de Inmunización para el Desarrollo Argentino (VIDA) que llevará a cabo el laboratorio Richmond y que desde junio podría comenzar a fabricar en forma masiva.
Se trata del laboratorio cuyo dueño es Marcelo Figueiras, un empresario de estrecho vínculo con la política y el peronismo. Y esta noticia, que tuvo su impacto positivo en la bolsa de Wall Street, no se gestó únicamente desde el sector privado sino que tuvo un fuerte respaldo del Estado argentino.
Según el Ministerio de Desarrollo Productivo, que conduce Matías Kulfas, el Gobierno “dio apoyo técnico y financiero a Laboratorios Richmond para mejorar su capacidad productiva, incorporar equipamiento y modernizar sus instalaciones, lo que permitió que fabrique la vacuna Sputnik V en Argentina”.
Todo comenzó en abril del 2020, cuando Argentina se guardaba en aislamiento, y el Gobierno resolvía otorgar programas de apoyo a productores para enfrentar la pandemia. Para Richmond, esto significó un crédito para capital de trabajo por $29.978.089 financiado con el Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (FONDEP). Ese capital se invertirá en parte en la construcción de una nueva planta, capaz de fabricar hasta 500 millones de dosis por año.
Además, el Gobierno le dará ahora asistencia financiera a través del Programa Soluciona, por un total de $13 millones. En simultáneo, hizo de intermediario entre Richmond y proveedores locales que producen los insumos clave para llenado y envasado de la vacuna. Y agilizó también los trámites para facilitar la importación de equipos y del principio activo de la vacuna Sputnik V que “permitió la fabricación del primer lote piloto”, según informaron desde el Ministerio de Desarrollo Productivo. Ese primer lote piloto está siendo ahora analizado por el Instituto Gamaleya.
En diálogo con Data Clave, Guillermo Merediz, Secretario de la Pequeña y Mediana Empresa y los Emprendedores de la Nación, aseguró que la posibilidad de laboratorio de fabricar la vacuna Sputnik V en Argentina “es verdaderamente el resultado de un esfuerzo conjunto entre el sector privado y el Estado”.
Data Clave: ¿Cómo surgió el proyecto y de qué forma se inició el respaldo del Gobierno?
Guillermo Merediz: Desde abril de 2020 pusimos en marcha un programa de apoyo al sistema productivo nacional para fortalecer a todos los productores de los insumos necesarios para enfrentar la pandemia. Los barbijos, los tests rápidos, todo se financió con recursos aportados por este programa. Fueron en total 130 créditos por $2000 millones y 46 aportes no reembolsables por $350 millones.
D.C: ¿En números, que apoyo financiero le brindó el Gobierno?
G.M: El Laboratorio Richmond nos solicitó un crédito de 30 millones de pesos para ampliar una planta de producción de un medicamento dedicado a prevenir enfermedades que afectan al personal de salud.
D.C: ¿Hubo intermediación con otros privados y con Rusia?
G.M: Con Richmond trabajamos también con toda la cadena de valor, específicamente con los insumos que producen los proveedores locales. Además le agilizamos trámites de importación de los principios activos que les permitió fabricar este primer lote de 21 mil dosis de Sputnik V. Facilitamos las condiciones productivas para que el laboratorio pueda producir esta vacuna tan importante para el combate contra el covid.