Siga, siga para Vicentin
Como regalo de Navidad e impunidad, la justicia decidió que Vicentin SAIC, una de las 33 empresas que componen el grupo del que nunca habló en sus resoluciones, puede volver a exportar de manera “natural” como si aquí no haya pasado nada.
El juez civil y comercial número dos de Reconquista, Fabián Lorenzini, resolvió este jueves 23 de diciembre que Vicentin SAIC puede volver a exportar y que no tiene sentido los planteos hechos por la AFIP.
Entre sus fundamentos, volcados en catorce páginas, sostiene que la concursada es “una empresa dedicada a la compra de cereales en el mercado de producción nacional, en miras a su procesamiento y exportación. Por ello resultaba esencial mantener en funcionamiento dicho esquema comercial, propiciando sus actividades empresarias naturales como camino de salida para el conflicto”.
¿Cuáles fueron las actividades naturales de Vicentin SAIC entre agosto de 2019 y enero de 2020?. Agrega que “la empresa concursada no modificó su objeto social, pero si ha variado su modelo de negocios, subsistiendo en este período transicional mediante el alquiler de sus plantas fabriles a terceros, recibiendo mercadería ajena, procesándola y entregándola en el lugar pactado a los locatarios para su posterior comercialización”. ¿A qué le llama “transicional” el doctor Lorenzini?.
¿El paso de actividades ilegales a legales sin ninguna consecuencia para la conducción del consorcio que llevaron a tener una deuda de casi 1.500 millones de dólares?. Y también asegura que Vicentin SAIC “también ha comenzado a alquilar sus dependencias portuarias y sistemas de elevación, permitiendo así que sus clientes puedan servirse de esta infraestructura, mediante el pago de los alquileres acordados (fazones). Sin resignar definitivamente su perfil de empresa agroexportadora, la actualidad de la concursada está determinada por tales circunstancias”.
Resulta ofensivo que el juez del concurso crea que la media decena de causas penales abiertas por distintas estafas contra parte del directorio del grupo, del Banco Nación y del Central en aquellos años, sean detalles menores como también los 1.700 productores endeudados y los casi 800 millones de dólares fugados. Ahora, como regalo de Navidad e impunidad, Lorenzini decide -con sus fundamentos- que Vicentin SAIC, una de las 33 empresas que componen el grupo del que nunca habló en sus resoluciones, puede volver a exportar de manera “natural” como si aquí no haya pasado nada.