Peligroso: reservas en mínimos, brecha en máximos
El nutrido superavit comercial y la vuelta del cepo no logran detener la pérdida de fondos. Parte del saldo se va en pago de intereses de la deuda, sumado al dólar ahorro, lo que podría anticipar una medida drástica.
El BCRA no logra detener la pérdida de reservas ni con la vuelta del cepo y pese al nutrido superávit comercial. Los números son categóricos, el saldo comercial de los primeros siete meses del año rondó los USD 9.000 millones (2% del PBI), y no obstante en igual periodo el BCRA perdió USD1.500 millones de sus reservas.
Si bien el saldo comercial que informa el INDEC habría superado los USD 9.000 millones entre
enero y el mes de julio, en el mercado de cambios el saldo comercial fue unos USD6.900 millones, ante exportaciones que todavía restan liquidar e importadores que adelantan sus pagos. Es decir, el saldo comercial que pasó por el mercado de cambios habría sumado USD6.900 millones en lo que va del año, pero no terminaron en las reservas del BCRA, porque se le antepone el pago de intereses de la deuda externa, dólar ahorro y la cancelación de préstamos en dólares que hace el sector privado.
El pago de intereses acumulan poco más de USD 2.100 millones en lo que va del año, aún con un default a cuestas. Principalmente el pago de intereses a Organismos internacionales, además de otros pagos de títulos públicos y Obligaciones Negociables (ON) del sector privado.
El "dólar ahorro" sigue sacando músculo. Sólo en julio casi 4 millones de personas demandaron su cupo de 200 dólares mensuales, lo que implica que a este ritmo al BCRA le demandan USD800 millones por mes. Que los depósitos en dólares desciendan aún en este contexto, advierte que su inmensa mayoría termina alimentando al blue.
Por último, continúa la cancelación de préstamos en dólares desde las PASO del año pasado. Muchos de estos créditos financiaban inversiones y/o operaciones de comercio exterior. Esta cancelación de créditos tiene su consecuente impacto en el mercado de cambios. La cartera de préstamos en dólares a privados bajó en casi USD4.000 millones en lo que va del año, sólo en el sistema financiero local.
En definitiva, en lo que va del año el BCRA no logra acumular reservas pese al cepo y al nutrido superávit comercial (de USD 9000 millones en el devengado y de USD 7.000 millones en el mercado de cambio). Parte de este saldo se va en el pago de intereses de la deuda, pero tras el default y el reciente acuerdo con los acreedores externos, el pago de intereses demandará mucho menos dólares. Ahora lo que drena las reservas del BCRA es el dólar ahorro a un ritmo de USD 800 millones mensuales, además de la cancelación de créditos privados, tanto al exterior como en el mercado local, a un ritmo de USD600 millones en julio último.
Reservas netas: Menos de USD 4.000 millones
Si bien el BCRA informa que dispone de USD 43.400 millones en sus reservas (10% del PBI), la
realidad es que las reservas netas no suman ni USD4.000 millones, 1% del PBI.
A las reservas brutas, conviene restarle 4 conceptos para llegar a las reservas netas: el swap chino, los encajes en USD, el préstamo del BIS y la posición en oro.
El swap chino es pura contabilidad, un crédito que Argentina dispone y que por suerte la parte
que una vez activo, ya lo devolvió. Como el límite de la tarjeta de crédito, que se dispone pero no necesariamente se usa. El swap chino infló contablemente el activo y el pasivo del BCRA, jugada que permitió rifarse las reservas genuinas durante la vigencia del primer cepo (2011-2015) y maquillar esa pérdida con contabilidad. Hoy el swap chino suma USD21.900 millones al actual tipo de cambio y por tanto explican el 50% de las reservas brutas.
El préstamo del BID por USD3.200 millones también es otra jugada maestra para inflar las reservas con contabilidad. Es un préstamo con garantía del 100% contra reservas que el propio BCRA tiene en el BIS. Pura contabilidad.
El otro monto importante que infla las reservas son los depósitos en dólares encajados en el BCRA. Unos USD10.700 millones de un total de USD17.000 millones de depósitos privados. Es decir, el 63% de los depósitos en dólares del sector privado están en el BCRA en forma de encaje y son parte de las reservas. Si bien estos son dólares genuinos, es claro que no son del BCRA.
Por último, el BCRA dispone de USD 3.900 millones en oro. Activo real que es casi imposible de
vender en forma rápida, además que desataría un escándalo político de magnitud por lo que
implica.
Por lo tanto, al restar estos cuatro conceptos (Swap Chino, BIS, Encaje y Oro) de las reservas brutas que informa el BCRA, se transforman en reservas netas por USD4.000 millones. Recordamos que a fin del 2015 las reservas netas eran negativas en -248 millones y que a fin de 2019 las reservas netas sumaban USD10.000 millones.
En definitiva, Argentina tiene 10% del PBI de déficit fiscal que monetiza, pero sólo 3 o 4% puntos de saldo comercial para que esos pesos encuentren cause real: dólares. Si se pretende contener los otros 6% del PBI de pesos con la bicicleta de las Leliqs, la pregunta es una sola: cuando explota otra vez esa piñata.
Tiene un límite la idea de monetizar el déficit y creer que esos pesos se pueden esconder en el
placard del BCRA en forma de leliqs. En algún momento el placar rebalsa de déficit cuasifiscal y
colapsa con fuerza sobre el peso. Situación que podrá ser catastrófico si para ese momento el
BCRA ya no tiene reservas.
Entre tantas maneras de destruir una economía, una muy eficiente es desdoblando el mercado
de cambios. Destruye el precio que vincula Argentina con el mundo. Sin precio no hay mercado, sin mercado no hay inversión y sin inversión no hay crecimiento económico.
El desdoblamiento convierte al tipo de cambio en un precio político y por tanto incapaz de otorgar la señal correcta para equilibrar el mercado. Mientras más brecha, más se aleja la economía del mundo y más colapsa la inversión y las exportaciones. Actualmente al sojero le dan $51 pesos por su dólar, pero si ese sojero quiere comprar ese mismo dólar que él mismo trajo a la economía, lo tiene que pagar más de $125 en el ccl. No existe sesgo más antiexportador que desdoblar el mercado de cambios y sobre eso retenciones. Por eso ningún país del mundo desdobla el mercado de cambio, y sólo un puñado castiga también con retenciones a las exportaciones. Salvo Argentina, que hace las dos en simultaneo.