A un año de haber empezado su gestión, Sergio Massa luce más pragmático que nunca, deja de lado cuestiones ideológicas y cierra las negociaciones con el FMI. Resta la aprobación del Board que, deliberadamente por parte del FMI, se hará post PASO.

No obstante, el relato interno del Gobierno sobre las negociaciones y la disponibilidad de nuevos recursos no terminó de convencer y los mercados reaccionaron negativamente, presumiblemente a partir del hecho que los últimos pagos se hicieron contrayendo nueva deuda (swap + CAF + préstamo DEG de Qatar) algo que pone más luz sobre el nivel mínimo de reservas con que cuenta el BCRA. El stock de reservas brutas roza los USD 24.000 M y se encuentra en los niveles más bajos de los últimos 17 años. Es el equivalente a poco más de 3 meses de importaciones. Las netas se sostienen en terreno cada vez más negativo: - USD 9.000 M.

El lunes, después de conocerse los detalles del entendimiento entre el Gobierno y los equipos técnicos del FMI, la demanda por cobertura ante una eventual devaluación se acentuó. El dólar blue empezó una escalada que superó la barrera de los $ 550 (ahora en $ 570). En el caso del MEP la disparada no fue tan pronunciada porque el BCRA intervino. El debilitamiento sostenido de las reservas surge como el motivo principal de estos ajustes, pero hay otros. La proximidad de las elecciones siempre implica un estímulo adicional, sobre todo en esta oportunidad en la cual los dólares libres acumulaban cierto atraso respecto al resto de los precios de la economía.

Esta semana terminaron de hacer el catch up si se cuenta sólo el atraso desde principios de año, pero podrían tener más recorrida considerando que hace un año, ante la incertidumbre que generaron los cambios en Economía, llegaron a niveles de $ 592 (16% por encima del valor actual en el caso del Blue), o a principios de 2020, en medio de las negociaciones con el FMI, tocó máximos de $ 660 (30% superior). A su vez, y con un efecto mucho más marginal, la medida de ampliar la percepción del impuesto a las ganancias sobre el dólar ahorro, volvió a este menos atractivo en términos relativos desviando demanda hacia el Blue. Cualquiera haya sido el motivo la incidencia sobre los precios será relevante.

El traslado del ajuste de los dólares libres terminará sintiéndose en transables y no transables que ajustan para conservar márgenes en momentos en los que la demanda todavía convalida ciertos aumentos a raíz de un consumo defensivo. Sobre esto se sumará el encarecimiento que sufrirán las importaciones a partir de la extensión del Impuesto País a buena parte de los rubros. Por lo pronto, en las últimas tres semanas, la inflación se aceleró a 2,1% semanal promedio (9,2% mensualizado) y las remarcaciones se extendieron a un mayor número de productos.

El martes 15 de agosto, dos días después de las PASO, se conocerá el dato de inflación de julio, que estimamos en 7,5% mensual. Será un piso para agosto. Claro quedó que el Organismo no adelantará desembolsos del próximo año. Los USD 7.500 M que ingresarían a fines de agosto corresponden a la V y VI revisión del acuerdo y son recursos que cubren los pagos que se hicieron en junio, julio y los USD 900 M que caen en septiembre. Aun así, la negociación debe tomarse como un éxito, teniendo en cuenta que el Gobierno no cumplió con ninguno de los compromisos que había asumido.

Las negociaciones con el staff llevaron a una sensible relajación de la meta de acumulación de reservas incorporando los daños ocasionados la sequía. Se ajustó desde USD 8.000 M contra diciembre 2021 a solo USD 1.000 M. Ahora el BCRA deberá contar con reservas netas por USD 3.300 M en diciembre. Esto implicará sumar cerca de USD 6.000 M en lo que resta del año (neto de lo que vaya a desembolsar el FMI a fines de agosto), algo que todavía luce muy muy complicado.

La meta fiscal no fue ajustada. Se mantiene el compromiso de alcanzar un déficit primario de 1,9% del PBI. El primer semestre cerró con un rojo primario de 1,1% del PBI, que anualizándolo equivale al 3% del PBI (contemplando la estacionalidad que muestran los gastos). A su vez la deuda flotante (gasto devengado, pero no pagado) trepó a 1,1% del PBI en siete meses, el nivel más alto en los últimos 11 años. El FMI habilitó una "devaluación fiscal" que generará un piso de ingresos del 0,5% del PBI en la segunda mitad de año. Se trata de extensión del Impuesto País a buena parte de las importaciones. Pero aún con este aporte, la meta fiscal también luce muy muy complicada. Demandará ajustes del 20% anual real durante el segundo semestre del año en el gasto no atado a movilidad, básicamente subsidios, transferencias a las provincias, salarios, obra pública.

En los primeros seis meses, estos gastos promediaron una baja del 8% anual real. La meta de emisión fue ciertamente relajada. En lo que va del año, el BCRA giró al Tesoro recursos por 1,1% del PBI vía Adelantos Transitorios y Utilidades. El compromiso original era un máximo de 0,6% del PBI para todo el año. Ahora la exigencia se centra en no incurrir en una mayor asistencia y sólo concentrar la intervención del BCRA en el mercado secundario de deuda para sostener las paridades. Por lo pronto, la semana cierra con fuertes intervenciones del BCRA en el MEP, en ROFEX y acelerando el crawling sobre el tipo de cambio oficial. El Gobierno apostará llegar así a las elecciones de la semana que viene, pero un ajuste en el tipo de cambio oficial parece cada vez más inevitable. De todas maneras, en estas condiciones, sin un programa de Gobierno amplio y consistente, difícilmente esta devaluación pueda ser la solución.

Más temprano que tarde el traslado a precios terminará de erosionar la mejora de la competitividad dejando sin efecto el cambio de precios relativos (una vez más), pero generando una mayor desarticulación social que parte de un nivel de pobreza del 42%. La responsabilidad de no abordar esos problemas es compartida tanto por la gestión de economía como por el FMI. En adelante, cualquier programa de estabilización tendrá que realizarse sobre bases más débiles a causa de no atender las dificultades a tiempo. Resta saber si post PASO aún el FMI seguirá haciendo concesiones.