El gran desafío financiero de Batakis: bonos soberanos en dólares no encuentran piso
Al mismo tiempo que el dólar no encuentra techo en la escalada del último mes, los bonos soberanos en moneda extranjera no encuentran piso.
La sorpresiva salida del ministerio de economía por parte de Martín Guzmán el pasado 3 de julio, agregó más tensión a los mercados locales en un escenario que de por sí ya se encuentra plagado de incertidumbres. La noticia repercutió de inmediato en los precios a los que las billeteras virtuales que operan en el país, cotizan las distintas monedas digitales que ofrecen.
El dólar cripto había mostrado saltos hasta rondar los $280 en la noche del domingo anticipando lo que podría suceder en la city porteña al día siguiente cuando los mercados abrieran. Si bien los precios locales de los activos dolarizados no estuvieron influenciados por la actividad de la bolsa de Nueva York, debido al feriado por el aniversario de la independencia norteamericana, eso no impidió una mañana ajetreada en el microcentro porteño.
El precio tanto del dólar blue como del dólar MEP escaló por sobre los $260 en el primer caso y los $270 en el segundo, centrando la atención del mercado. Sin lugar a dudas, la suba de la divisa extranjera captó las miradas del público, pero no es el único gran problema financiero a resolver en el corto plazo.
Mientras se conocía que la reemplazante de Guzmán a liderar la cartera de economía de la presidencia de Fernández sería Silvina Batakis, economista ligada a Daniel Scioli, otro hecho preocupante sucedía en los mercados. Y es que al mismo tiempo que el dólar no encuentra techo en la escalada del último mes, los bonos soberanos en moneda extranjera no encuentran piso.
Los mismos títulos públicos que hubiera reestructurado el saliente ministro y fueran anunciados como una de los principales logros del gobierno de Alberto Fernández, cotizan hoy a una fracción de su valor nominal. Si analizamos lo que ocurre en el tramo corto de la curva vemos precios para el AL30D o el GD30D de USD 20,22 y USD 22,71 respectivamente.
Si bien en el tramo largo de la curva la pérdida de valor no es tan acuciante, los precios siguen mostrando fuertes caídas. Si bien es insólito ver precios de activos que nacieron hace menos de dos años como el producto de un canje de deuda, cotizando a un quinto del valor nominal, lo preocupante de esto es la poca capacidad de parte del gobierno nacional de poder brindar la confianza suficiente a los mercados y el impedimento que esto impone en la obtención de financiamiento.
Un dato no menor es cuando se compara la curva de bonos de la deuda pública con la deuda corporativa de empresas argentinas. Al analizar la situación en la que se encuentran los bonos soberanos, vemos que en el tramo corto de la curva las tasas de retorno ascienden a valores que rondan el 45%, tasas muy superiores a las que mostraban los bonos que el entonces Ministro Guzmán había reestructurado.
En el tramo largo de la curva los rendimientos se ubican en el orden del 26%, lo cual nos habla de que la economía muestra una curva invertida. Si bien esto nos muestra que el mercado en el largo plazo estima una leve mejoría de la coyuntura macroeconómica, vale la pena tener presente que en pleno conflicto bélico, Ucrania pudo colocar deuda al 11% en dólares.
La situación para la deuda pública se vuelve todavía más comprometida cuando se la compara con los rendimientos de las Obligaciones Negociables de las empresas argentinas. Tal como se puede observar, la curva de rendimientos de la deuda corporativa tiene pendiente positiva y, lo que es aún más importante, se ubica en valores que representan un octavo del que muestran los bonos públicos.
Que el mercado negocie estos activos en torno al 7% habla por un lado de la capacidad financiera de las empresas argentinas para hacer frente a las adversas situaciones en las que deben llevar adelante sus negocios y, a su vez, de la delicada coyuntura en la que se encuentra la economía del país.
Sin lugar a dudas, enfrentar esta serie de problemas va a ser uno de los tantos desafíos que tendrá que afrontar la recién nombrada ministro de economía.