Nos acercamos al final de 2020. Un año que nos ha sorprendido con la pandemia y que desde el punto de vista de las inversiones fue un subibaja. En el balance, fue muy duro desde el punto de vista de la macro, con una caída que se proyecta en el 4.4% del producto a nivel mundial, pero que afectó aún más a Latinoamérica con un recorte que se espera cierre en el 8.1%. Dentro de los países más afectados, Argentina se destacará con una caída del 11.8%.

Desde el cierre total que se vivió en marzo, las economías han comenzado a reactivarse. Siendo la más destacada la China, que inclusive se espera termine el año en terreno positivo, con un incremento del 1.9% del PBI y, el FMI proyecta que podría crecer un 8.2% en 2021. Por otro lado, al resto de las economías del mundo, probablemente les lleve un poco más de tiempo la recuperación. Por ejemplo, en Latinoamérica, se proyecta un crecimiento del orden del 3.6% del producto y llevaría cerca de 2 años la recuperación total de la caída sufrida este año. Sólo Paraguay y Uruguay estarían cerca de recuperar la totalidad de la caída del PBI el año próximo, mientras que Argentina, pese al espectacular crecimiento proyectado del 4.9%, que hace años que nuestro país no ve, quedaría a algo menos de mitad de camino de lo perdido este año.

Desde el punto de vista de los mercados, la historia ha sido algo distinta. La irrupción de la pandemia y el freno de mano puesto por los gobiernos ante el cierre total de las economías llevó a que los principales índices bursátiles del mundo se desplomaran a una velocidad pocas veces vista. Entre enero y el 20 de Marzo, cuando el mercado alcanzó su piso, el índice S&P500 cayó un 29%, y el Nasdaq, identificado con las acciones tecnológicas, un 20%.

Claramente la pandemia marcó un cambio de hábitos en las personas que aceleraron tendencias que venían dándose en los últimos años como el homeworking y las compras por internet. Algunos guarismos hablan de que en meses el crecimiento de estas industrias equiparó al de los últimos 10 años. Así, las grandes ganadoras fueron las empresas tecnológicas. Si observamos el comportamiento de las llamadas FAANG (Facebook, Apple, Amazon, Netflix y Google) vemos que sólo cayeron un 9% hasta el 20 de marzo, y desde entonces crecieron un 70%, superando al S&P500 que creció un 61%. La recuperación se ha visto apoyada por las políticas expansivas llevadas a cabo por todas las economías y Bancos Centrales del mundo. Si es o no una burbuja y los precios se han alejado de la realidad económica, lo descubriremos en 2021, pero, por el momento, la continuidad de estas políticas les sigue dando impulso.  

Por su parte, el Merval medido en dólares cayó un 54% hasta el piso del mercado en Marzo, y desde entonces se ha recuperado un 48%, pero sigue abajo un 31% en el año. El termómetro de los argentinos, la cotización del dólar, tuvo un overshooting y acumula un alza del 80% en lo que va del año al tiempo que el gobierno decidió aumentar las restricciones al acceso a la divisa extranjera. Su pico fue en octubre cuando la cotización libre del dólar MEP (aquel que puede adquirirse en la bolsa con una compraventa de bonos) tocó los $176. Desde entonces, la intervención en el mercado de bonos y el relajamiento de las restricciones de parking en dicho mercado han logrado que el dólar baje un 23% e inclusive la tendencia muestra que quizás podría ir aún más abajo, hasta la zona de $122.

Ante dicho escenario de recuperación y relativa estabilidad del dólar tras el overshooting, desde asesordeinversiones.com hemos lanzado una recomendación de compra para nuestros clientes, poniendo foco en el sector bancario de caras a 2021. Creemos que este sector, que es clave para financiar la recuperación económica que viene, ha quedado subvaluado puesto que acumula una caída del 52% medido en dólares en lo que va de este año, y sólo recuperó un 11% desde el piso de marzo. Pero por sobre todas las cosas ha completado 3 años de caída desde los picos en enero 2018 y podría ser este el inicio de una larga nueva tendencia alcista. Lo cual me lleva a rememorar una frase atribuida al Warren Buffett y al barón de Roschild que dice que “el mejor momento para invertir es cuando hay sangre en las calles” ¿Si esto no es lo que hemos visto en 2020, cuándo sino?