¿Economía electoral o base para los próximos años?
En los últimos días se dieron a conocer datos que evidencian una importante aceleración económica y productiva. La reactivación latente y la inminente demanda de pymes para sostener la demanda.
Durante esta semana terminamos de conocer un trío perfecto. Si bien ya sabíamos que los niveles de producción de toda la industria se encontraban “volando” con porcentajes de uso de la capacidad instalada de comienzos de la recesión de nuestro país en 2018, puesto que hoy nos encontramos cercanos al 65% mientras que en noviembre 2019 era del 51%.
Conjuntamente con ese dato, que significa que la producción se esta incrementando y hay salarios al 100%, como eran hasta febrero de 2020 que nos cruzó la pandemia de covid-19, hay sectores de la clase media que están comenzando a pagar las deudas en las que cayeron hasta mediados de abril 2021. La desocupación cayó de 13.1% de 2020 y de 10.6% en 2019 a un valor de 9.6% para este año siempre medido a junio de cada uno de los años y estamos conociendo la Ley de jubilación anticipada para los 30.000 argentinos mujeres de 55 y hombres de 60 años con 30 de aportes que se encuentren desocupados en los últimos 3 años.
Si bien con todo esto muchos pueden decir que es solamente electoralista, debemos recordar que hoy el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) se encuentra dirigido por el Lic Marco Lavagna quien fuera en 2019 Candidato a Diputado Nacional en CABA por Consenso Federal e incluso que casi el 95% de sus 36 funcionarios fueron nombrados en 2016 por lo tanto no se puede decir que es manejo/manipulación del oficialismo nacional, es complejo que lo puedan aseverar.
En cuanto a las medidas que estamos conociendo, tenemos el IFE segmentado para monotributistas A y B, gastronómicos, hoteleros y desocupados por alrededor de $15.000 +créditos de $150.000 a tasa 0 de empleados registrados en relación de dependencia con salarios brutos de hasta $70.000 a devolver en 12 cuotas desde enero 2022.
Estos puntos parecieran ser cosas aisladas al mencionarse por separado, pero deben ser trabajados en forma sistémica junto a los programas de promoción del trabajo registrado conocidos como NORTE GRANDE y TE SUMO, que permiten la reducción de 90 y 95% de descuento de cargas sociales durante los primeros 12 meses de incorporación de personal nuevo.
Lo que sí es el próximo paso para sostener la caída de la desocupación con aumento de trabajo registrado es la reducción temporaria de la jornada de trabajo a 6 horas diarias normales y un máximo de 4 horas extras por trabajador. Esto permite mantener el consumo creciente hasta hoy a niveles de 2018 y mantener los niveles de producción necesaria. Se espera que no impere el sistema de trabajo Just In Time, sino el tradicional de producción continua, y va a ser necesario incrementar la producción aumentando la cantidad de trabajadores, sobretodo en las pymes que volverán a recuperarse parte de las 25.000 cerradas antes de la pandemia.
Hacemos hincapié en la Pymes porque son el 70% del empleo registrado históricamente y a su vez son quienes más rápido pueden tomar trabajadores. Además, con las ventajas de los programas de cargas sociales que nombramos anteriormente, en conjunto con el campo, se constituirán en el motor del país que comienza a rodar desde estos momentos que comenzó a desacelerarse la inflación a menos de 2% en el mes de octubre próximo como viene ocurriendo desde mayo pasado.