António Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), viajó a Ucrania por primera vez desde el comienzo de la invasión rusa, el pasado 24 de febrero.

Durante sus primeras horas en el país, Guterres visitó las ciudades de Bucha, Irpin y Borodianka. "Imagino a mi familia ante una de estas casas hoy destruidas y ennegrecidas. Veo a mis nietas corriendo en pánico. La guerra es un absurdo en el siglo XXI, ninguna guerra es aceptable en el siglo XXI", dijo tras caminar por los escombros de los edificios residenciales. 

El jefe de la ONU llegó a Ucrania procedente de Moscú, donde le reclamó al presidente Vladimir Putin un alto el fuego "lo antes posible". También se mostró "preocupado por las repetidas denuncias de posibles crímenes de guerra" y dijo que "requieren una investigación independiente". 

Guterres también se reunió en Kiev con el presidente Volodimir Zelenski, pero este encuentro quedó empañado por un ataque aéreo, que generó "conmoción" en la comitiva de la ONU. Uno de los proyectiles impactó en un edificio residencial y causó varios heridos, según informaron agencias internacionales.

"Esta noche, el enemigo disparó contra Kiev. Han sido dos golpes en el distrito de Shevchenkivski. Todos los servicios de emergencias están en el lugar. Se está aclarando la información sobre posibles víctimas", informó el alcalde de la capital, Vitali Klitchko.

"El día anterior estaba sentado en una larga mesa en el Kremlin y hoy hay explosiones sobre su cabeza. ¿Una postal de Moscú?", dijo el asesor presidencial Mijailo Podoliak desde su cuenta de Twitter.