Crecen a casi 9.500 los muertos en la Franja de Gaza tras la ofensiva israelí contra Hamás
Entre las personas fallecidas hay unos 3.900 niños, según un nuevo balance del Ministerio de Salud gazatí. La advertencia de Estados Unidos a Israel por la ayuda humanitaria y las protestas a nivel mundial.
Se intensifican los ataques de Israel en la Franza de Gaza como parte de su estrategia defensiva contra los ataques del grupo islamista palestino Hamás perpetrados el pasado 7 de octubre. Se registran casi 9.500 muertos, entre ellos unos 3.900 niños, según un nuevo balance divulgado este sábado por el Ministerio de Salud gazatí.
El organismo, controlado por Hamás, tiene registrados también más de 24.100 heridos, pero aclaró que se trata de cifras provisionales ya que habría aún 2.000 personas desaparecidas. Además, persisten los ataques, después de que en las últimas 24 horas la cifra de muertos haya sumado más de 230 nuevos nombres.
"El 70% de las víctimas de la agresión israelí son niños, mujeres y ancianos", denunció el Ministerio de Salud, que pone el foco en incidentes como los de “este sábado en una escuela del campo de refugiados de Jabaliya y que dejó al menos 15 fallecidos”, según consignó la agencia Europa Press.
El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, el teniente coronel Jonathan Conricus, afirmó que el ataque tenía como objetivo a un comandante de Hamas escondido en un búnker subterráneo y que cuando el complejo implosionó, posiblemente colapsó los edificios cercanos.
En el lado israelí, el Gobierno estima que más de 1.400 personas murieron por los ataques perpetrados por milicianos de Hamas el 7 de octubre. Además, más de 240 rehenes permanecen retenidos en la Franja de Gaza.
La advertencia de los Estados Unidos
El presidente estadounidense, Joe Biden y sus principales asesores están advirtiendo a Israel con creciente fuerza que le resultará cada vez más “difícil” perseguir sus objetivos militares en Gaza a medida que se intensifica la protesta mundial por la escala del sufrimiento humanitario allí.
Entre bastidores, los funcionarios estadounidenses también creen que hay tiempo limitado para que Israel intente lograr su objetivo declarado de eliminar a Hamás en su actual operación antes de que el revuelo por el sufrimiento humanitario y las víctimas civiles –y los llamamientos a un alto el fuego– llegue a un punto de inflexión.
De hecho, dentro de la administración se reconoce que ese momento puede llegar rápidamente: algunos de los asesores cercanos al presidente creen que solo quedan semanas, no meses, hasta que rechazar la presión sobre el gobierno de Estados Unidos para que pida públicamente un alto el fuego se vuelva insostenible, según consigna CNN.
“El problema para [Israel] es que las críticas son cada vez más fuertes, no solo entre sus detractores, sino también entre sus mejores amigos”, dijo un alto funcionario de la administración.
Las protestas ya bloquearon calles en las capitales occidentales e incluso interrumpieron un evento privado de recaudación de fondos al que Biden asistió el miércoles en Minnesota. “Como rabino necesito que pidas un alto el fuego ahora mismo”, gritó un miembro de la audiencia.
Biden respondió haciendo un llamado explícito a una pausa en los combates: “Creo que necesitamos una pausa”, dijo, y luego agregó, cuando fue presionado por el manifestante: “Una pausa significa dar tiempo para sacar a los prisioneros”.