Vizzotti y ministros de salud provinciales acuerdan diferir la aplicación de las segundas dosis de las vacunas
Los componentes contra el COVID-19 disponibles en el país se aplicarán con un intervalo mínimos de 12 semanas. Desde el gobierno indicaron que es para proteger a la mayor cantidad de personas con alguna condición de riesgo, lo antes posible, y reducir las muertes.
Los ministros de Salud provinciales se reunieron con la titular de la cartera nacional, Carla Vizzotti y acordaron diferir las segundas dosis de las vacunas contra el COVID-19. Será para todas los componentes actualmente disponibles en el país (Sputnik V, Covishield/ChadOx-1 y Sinopharm) y se darán con un intervalo mínimo de 12 semanas desde la primera dosis.
La decisión se basa en la recomendación del grupo de trabajo de la Comisión Nacional de Inmunizaciones y apunta a vacunar al mayor número posible de personas con la primera dosis para maximizar los beneficios de la vacunación y disminuir el impacto de las hospitalizaciones y mortalidad por esta causa, indicaron desde el gobierno.
De esta manera se retrasará por tres meses la aplicación de las segundas dosis de vacunas en pos de proteger a la mayor cantidad de personas con alguna condición de riesgo, lo antes posible y reducir el impacto de las muertes por esta enfermedad.
Se sugiere la aplicación de la segunda dosis en forma escalonada priorizando de manera secuencial la población de mayor riesgo de enfermedad grave (mayores de 60 y personas entre 18 y 59 años con factores de riesgo) para completar esquema.
El consenso para la recomendación se produjo en el marco de la reunión del Consejo Federal de Salud (COFESA), en la cual las máximas autoridades sanitarias del país adoptaron las recomendaciones de los miembros de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CONAIN) y del Comité de Expertos que se reunieron esta semana para analizar de manera integral la evolución de la pandemia.
“Ayer la CONAIN avaló en este contexto priorizar la aplicación de la primera dosis a la mayor cantidad de personas posibles con el objetivo de minimizar la mortalidad, y diferir tres meses la segunda dosis”, explicó Vizzotti.
La decisión se basa “no sólo en la evidencia científica, sino en favorecer la equidad en el acceso y, por supuesto, revisando permanentemente toda la información nueva y prosiguiendo con las gestiones para contar con más dosis lo antes posible y así cumplir con el esquema completo lo más rápido posible”.
La ministra nacional aclaró que la estrategia se basa en el análisis de múltiples factores, no sólo en la evolución de la pandemia y la cantidad de dosis disponibles a nivel mundial, sino también en concentrar los recursos para vacunar más rápido a un mayor número de personas, en especial a los mayores de 60 años.
También expresó la importancia de tener en cuenta el carácter dinámico de los conocimientos en torno a las vacunas, en este caso los intervalos entre dosis, que ahora son más amplios y su evaluación permanente.
En este sentido, junto con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación se trabajará para hacer seguimiento de esta estrategia, generando más evidencias o aplicando medidas correctivas si fueran necesarias.
En el caso del personal de salud, incluyendo quienes están licenciados, recomiendan completar esquemas con intervalo convencional, en aquellos que realicen actividad asistencial y con alta exposición al riesgo o que manipulen muestras clínicas.
Para quienes tengan diagnóstico confirmado de COVID-19, de acuerdo a la definición del Ministerio de Salud, se propone postergar la aplicación de la primera dosis de vacuna entre tres y seis meses después del alta clínica, mientras que para quienes se infectaron tras recibir la primera dosis se recomienda postergar la aplicación de la segunda dosis entre tres y seis meses posterior al alta clínica.