Tranquilo y con palabras de gratitud, Víctor Escobar se despidió de sus familiares, amigos y de todos los colombianos minutos antes de recibir la eutanasia, procedimiento que se cumplió durante las primeras horas de la noche del viernes en una clínica al sur de la ciudad de Cali. Fueron dos años en los que Escobar debió luchar para que se diera este momento, período durante el cual debió padecer varias enfermedades que los mantuvieron postrado en una cama.

Aquejado por una enfermedad pulmonar obstructiva crónica, hemiplejia izquierda, diabetes, artrosis severa, movilidad reducida depresión y secuelas de un accidente cerebro vascular esperaba con ansias que le practicara la eutanasia como efectivamente sucedió a las 19 horas de este viernes. “A mi abogado y a mi familia mi eterna gratitud que siempre me acompañaron para que se diera este procedimiento que abre el camino para que otros pacientes como yo no terminales puedan tener una muerte digna” dijo antes de morir.

"Bendiciones los amo con todo mi corazón, los quiero a todos, no les digo adiós sino hasta luego, la vida no es comprada, poco a poco nos va llegando el momento a cada uno de nosotros y nos encontraremos en el lugar que Dios nos ha asignado”, señaló este hombre 64 años de edad que se convierte en la primera persona en Colombia y América Latina en recibir este procedimiento sin ser paciente terminal.

En Colombia, la eutanasia es legal desde 2015 y hasta el momento 157 personas con enfermedades terminales optaron por ella. En julio de 2021, la Corte Constitucional extendió el derecho a pacientes no terminales que tuvieran “intenso sufrimiento físico o mental por lesiones corporales o enfermedades graves e incurables”. Después de atravesar sus múltiples padecimientos de salud, Víctor encontró en esa sentencia la oportunidad que tanto buscaba para liberarse de su "suplicio".

Aunque su caso fue autorizado por una juez tras una batalla legal de dos años, el país esperaba que no se atravesara ningún impedimento de última hora –como ha ocurrido ya en dos oportunidades en procedimientos de eutanasia programados en Colombia–. “Mi moral es que ahora sí pueda lograrlo porque el sufrimiento es mucho”, decía Escobar a los medios locales en noviembre, cuando su caso seguía enredado en la burocracia.

“Víctor se convertirá en un referente para aquellos que buscan la libertad de decirle al dolor ya no más”, dijo el abogado Luis Giraldo de su cliente en una carta que leyó públicamente y en medio de chistes de Escobar. “Lo que tú has vivido lo viven muchos a diario que no pueden aceptar su condición ni su realidad y prefieren vivir en el dolor de ser señalados en una sociedad que aún le falta madurar”.

Desde 2020, Escobar había solicitado a la Empresa Promotora de Salud (EPS) la eutanasia, pero esta se la había negado por considerar que no estaba en fase terminal. En septiembre pasado volvió a pedirla bajo la nueva sentencia de la Corte, pero sus médicos les dijeron que no tenían claro cómo activar el procedimiento de la eutanasia.

En el centro de la discusión está la ausencia de regulación y la inseguridad jurídica que argumentan algunos prestadores de salud. “Por eso el debate debe estar en la agenda nacional hasta que el Congreso lo regule, porque hay inseguridad jurídica, muchos no la hacen porque dicen que no hay ley aunque la Corte ha hecho varias sentencias avalando el derecho a morir dignamente”, sostuvo el representante a la Cámara Juan Fernando Reyes Kuri, uno de los ponentes de proyectos sobre eutanasia.