La inseguridad y la violencia volvieron a golpear a la ciudad de Rosario. Dos hombres y una mujer asesinaron este lunes a Carlos Héctor Argüelles, quien fuera mano derecha del capo narco rosarino Esteban Alvarado y era testigo protegido en la causa por asociación ilícita contra su ex jefe. El ataque se produjo a plena luz del día frente al taller que la víctima tenía en la zona de Garay al 3500 de la ciudad de Rosario, donde fue atacado a balazos frente a su esposa e hijos.

Esta mañana, desde Radio Delta se comunicaron con el fiscal rosarino Luis Schiappa Pietra, quien afirmó que "ya habían atentado en dos oportunidades y se trabajaba con él para definir estrategias de resguardo".

En diálogo con el programa WakeUp, Schiappa Pietra manifestó que "es una causa muy significativa, en la que investigamos una asociación ilícita, en la cual estamos en una etapa próxima al juicio oral".

En la misma sintonía, el representante de la Justicia apuntó que "en estos casos en los que hay participación de fuerzas del Estado, como la policía, ocurren este tipo de crímenes y es muy preocupante". Y agregó: "Detuvimos en esta causa a personal jerárquico de la policía de la provincia que permitió el desarrollo de estas actividades ilegales".

En tanto, el fiscal sostuvo que "Nosotros ya hemos sufrido atentados. Por supuesto nos preocupa, pero más nos preocupa que las instituciones resguarden a sus equipos de investigación". 

Y añadió: "A veces nos da más miedo que se debiliten las investigaciones que a un ataque directo. Hay que fortalecer y cuidar este trabajo porque es lo que nos va a permitir sanear esta situación".

En tanto, la situación se metió de manera indirecta en la campaña y no precisamente desde el lado de la oposición.

“¿Hacen campaña con custodia policial? ¿No les da vergüenza? ¿Le tienen miedo a la gente? ¿No tendrían que ordenarle a la policía que cuide a los rosarinos/as?”, fue el misil que envió el exministro de Defensa Agustín Rossi al gobernador Omar Perotti, con el que compite en estas PASO.

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