Se ligó las trompas y quedó embarazada: deberán pagarle más de $1.000.000
El caso ocurrió en un hospital de Villa Regina, Río Negro. La mujer no quería tener más hijos por problemas económicos y vinculados a su salud, pero nadie le advirtió respecto a la efectividad del método. En ese momento tampoco existía la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. El pago lo tienen que hacer el médico y el Estado.
Eliana -se modificó el nombre para proteger su identidad- acudió al hospital de Villa Regina (Río Negro) para practicarse una ligadura de trompas, ya que no deseaba tener más hijos. En los anteriores embarazos había sufrido problemas de salud y no estaba en condiciones económicas de mantener otro niño.
Pero al poco tiempo quedó embarazada y dio a luz a su cuarto hijo. Su caso llegó a la Unidad Jurisdiccional Contencioso Administrativa N°15 de Roca por una demanda de mala praxis que fue dirigida contra el centro de salud provincial y el médico que realizó la operación.
Este tipo de tratamiento posibilidad de embarazo es de 17/10.000 de casos o de 1/200, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, se comprobó que Eliana no recibió la información adecuada y al momento tampoco existía la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.
“Sin embargo, no consta de alguna advertencia respecto a la efectividad del método (ligadura), las fallas, la probabilidad de embarazo posterior o que el mismo no resultara infalible”, dijo el juez que intervino en la causa.
Para el magistrado, en el caso se afectó el derecho de la mujer a “decidir sobre su propia maternidad” con “la garantía de acceder a servicios de atención médica que aseguren poder planificar su familia, decidiendo libre y responsablemente el número de hijos que desea tener”.
“La autonomía reproductiva o libertad de procreación, vistas como derivaciones del derecho a la autodeterminación, a la intimidad y al libre desarrollo de la personalidad, refieren a la potestad subjetiva que detentan los progenitores para decidir libremente acerca de su vida reproductiva: el modo, tiempo y lugar en el cuál desean ser padres o madres y con quién lo desean. De esta forma, la autonomía reproductiva o libertad de procreación guarda estrecha relación con la planificación familiar, entendida ésta como un derecho humano de decidir libre y responsablemente cómo estará compuesta su familia y como organizará su vida a partir de ello”, concluyó en el expediente al que accedió Data Clave.