Quién es el juez federal que dejó por un rato los expedientes para publicar una novela
El texto cuenta en forma de ficción una trama ligada al narcotráfico y una masacre.
Héctor Tizón fue escritor, periodista, abogado, diplomático y Juez del Superior Tribunal de Justicia de la provincia de Jujuy. Sus historias estaban impregnadas de la geografía de la provincia donde nació.
Gustavo Bossert fue entre 1994 y 2002 ministro de la Corte Suprema de Justicia. Abogado y doctor en Derecho, además de obras de su especialidad en derecho civil y de familia, publicó varios libros de cuentos y novelas.
Daniel Rafecas, juez federal en actividad sigue de alguna forma el recorrido de sus colegas. Experto en temas de derechos humanos y doctor en Derecho Penal, acaba de publicar su primer libro de ficción “Pinche”, una novela que tiene a una flamante jueza como protagonista y que toma como materia prima el narcotráfico, que conoce de primera mano a través de tantos expedientes.
Diego Rafecas, un hermano del juez que falleció a los 46 años, en 2017, fue director de cine y actor. Sus películas hablaban de temas sociales e históricas, algunos de ellos basados en hechos reales. Quizás algo de lo que hizo Diego lo llevó a Daniel a incursionar en la ficción. Es que alguna vez le pidió que lo adyudara a buscar un tema para filmar.
“Es una historia que vengo macerando desde hace 15 años. Mi hermano, Diego Rafecas que fue un cineasta y llegó a hacer cinco largometrajes, empezó a pedirme a partir de 2005 que le compartiera una historia para hacer el guión de una película policial. Esa insistencia hizo que yo empezara a tratar de cumplir con su deseo y fue el punto de partida de este proyecto. Unos años después ya tenía más o menos preparada la estructura, lo hablé con mi hermano, incluso tuvimos un almuerzo con Tomás Fonzi que iba a interpretar al pinche, pero lamentablemente mi hermano falleció en 2017”, cuenta el juez a la agencia Télam.
“Pinche” es como llaman en los Tribunales a los jóvenes empleados y empleadas que empiezan a trabajar en las fiscalías y juzgados, como una forma de ir adquiriendo experiencia sobre el mundo judicial “desde adentro”. Pinche es también uno de los protagonistas de la novela del juez Rafecas.
“Luego, el proyecto le interesó a la editorial Planeta y me propusieron convertirlo en novela, lo que fue un proceso muy rico, muy interesante.El desencadenante de la historia es un hecho real: hasta 2010 entonces la Argentina importaba pseudoefedrina sin restricciones para la industria farmacéutica, y de modo cada vez más evidente ese insumo iba a parar a los laboratorios de metanfetamina, en México.El desencadenante de la historia es un hecho real: hasta 2010 entonces la Argentina importaba pseudoefedrina sin restricciones para la industria farmacéutica, y de modo cada vez más evidente ese insumo iba a parar a los laboratorios de metanfetamina, en México. Entonces el Gobierno Nacional emitió un decreto prohibiendo la importación de esa sustancia, y me pareció que eso podía desencadenar un conflicto que es justamente lo que da comienzo a la historia, con una masacre”, agrega el juez.
“Si bien las siete muertes a las que me refiero como algo muy extraordinario son una ficción, remiten a la mayor masacre de ese estilo ocurrida en el 2005 en la ciudad de Buenos Aires, con cinco muertes en la villa 1-11-14, por un tiroteo. Es hasta ahora el hecho de violencia más numeroso en víctimas en la Ciudad. Y en la novela, le toca a una de las protagonistas, una jueza federal que acaba de asumir, hacerse cargo de la causa en los tribunales de Comodoro Py”, resume Rafecas.
Según resume Télam, “la novela abre con la designación de la jueza federal Fabiana Pazair y en paralelo, sucede un tiroteo en Villa Fraga, donde mueren siete integrantes de bandas delictivas de Argentina y México. Los mexicanos habían llegado a la villa para comprar pseudoefredina destinada a la fabricación de éxtasis y metanfetaminas, por una suma millonaria. La operación fracasa, los compradores son engañados y ocurre un tiroteo del que sale ileso uno de los delincuentes que se aleja del lugar, herido y con el dinero, que los mexicanos buscarán recuperar”.