Pidieron que Lotocki vaya a juicio oral por el homicidio de un paciente en 2021
"Aníbal Lotocki llevó adelante la cirugía de Rodolfo Cristian Zárate a pesar de conocer los serios riesgos de ocasionar su muerte y confió en que la misma no se produciría a tal punto que no hizo nada para evitarlo, omitiendo empecinada, consciente y voluntariamente poner en práctica todas aquellas acciones que evitasen el resultado, ignorando todas y cada una de las pautas de alarma que surgían de modo evidente", marcó la fiscalía.
Tras la detención de Aníbal Lotocki hace dos semanas, la Fiscalía que intervino en el caso de la muerte de Cristian Zárate pidió que el falso cirujano vaya a juicio oral por el homicidio simple con dolo eventual, ocurrido en abril de 2021.
“Aníbal Lotocki llevó adelante la cirugía de Rodolfo Cristian Zárate a pesar de conocer los serios riesgos de ocasionar su muerte y confió en que la misma no se produciría a tal punto que no hizo nada para evitarlo, omitiendo empecinada, consciente y voluntariamente poner en práctica todas aquellas acciones que evitasen el resultado, ignorando todas y cada una de las pautas de alarma que surgían de modo evidente desde antes de iniciar el acto quirúrgico hasta producido finalmente el fallecimiento”, se sostiene en el requerimiento de elevación a juicio firmado por la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°1.
Zárate le pagó a Lotocki para realizarse una dermolipectomía, intervención que consiste en la remoción de tejidos en distintas partes del cuerpo, tales como “cuello, hombros, pectorales, brazos, axilas, cara anterior del abdomen, pelvis, región lumbar y sacar y glúteos”.
A pesar del estado de la pandemia y con las restricciones para conseguir UTI (lugares en terapia intensiva), el procedimiento estético se llevó adelante el 15 de abril de 2021. La primera intervención duró prácticamente cinco horas y abarcó distintas zonas del cuerpo. Por una serie de inconvenientes en la salud y evolución del paciente, hubo que intervenirlo incluso en una segunda oportunidad aquella tarde.
"No existen registros de lo acontecido cuando Zárate subió por segunda vez al quirófano, dado que nada se consignó en la historia clínica. Sólo podría efectuarse una reconstrucción, a partir de las filmaciones captadas en el interior del quirófano y que se incorporaron al sumario. Sin embargo, como Zárate se quejaba de los fuertes dolores, porque aparentemente se le habían abierto las heridas, en esa segunda intervención, se habría abierto la herida en la zona del ombligo para verificar su estado y sepsis, y luego se lo habría suturado nuevamente", se explicó en el requerimiento donde se pide el juicio oral.
Zárate permaneció en la clínica CEMECO durante la noche lugar que no está habilitado para internaciones. Incluso, de acuerdo al análisis que se hizo en la causa y al que se llegó a través de distintos testimonios médicos e incluso una Junta Médica, lo recomendable hubiera sido efectuar todos los procedimientos en distintas etapas.
Tal fue la desidia del médico que incluso salió durante la primera operación de Zárate unos cuarenta minutos porque “tenía una audiencia virtual con su letrada” y en ese lapso habría dejado a cargo de la intervención a sus ayudantes. El accionar de Lotocki, que dejó librado a su suerte al paciente a pesar de las complicaciones que presentaba en el post operatorio y sin tener en cuenta que la clínica no presentaba los elementos básicos para una operación de esta magnitud, fue lo que llevó a la víctima a la muerte el 16 de abril de ese año.
"Aníbal Rubén Lotocki no contempló antecedentes clínicos para evaluar demorar la intervención por nuevos estudios -DBT, tabaquismo y Covid-. Tampoco informó de los riesgos de la intervención, en el momento y en el lugar que lo intervino. No realizó protocolo alguno de la información que le dio a Zárate ni la validó con los consentimientos. No realizó los procedimientos quirúrgicos en diversas etapas y, por el contrario, los concentró en un mismo acto. No monitoreó al paciente de cerca una vez finalizada la intervención, carecía de laboratorio de análisis clínicos y no los ordenó cuando resultaron imprescindibles. No reservó unidades de sangre prevista para el paciente en caso de complicaciones y debió recurrir a dos unidades de plasma reservadas para otra paciente, no tenía la posibilidad de tener una UTI de resguardo en contexto de pandemia, siguió operando al día siguiente sin asistir a la habitación a controlar personalmente al paciente a pesar de no haber presentado una buena recuperación durante la noche posterior a la cirugía, no intervino ante la descompensación del paciente y alteró el parte quirúrgico una vez fallecido", detalló la fiscalía, a cargo de Pablo Recchini.
“Se menciona también que el médico Aníbal Rubén Lotocki no posee título de especialista en cirugía general, ni tampoco posee la especialidad de cirugía plástica y reparadora registradas ante la cartera sanitaria, prácticas que realizaba en el domicilio inspeccionado”, se sostuvo, tal como lo había revelado Data Clave en 2021.
En el documento oficial, se repasó que la clínica tenía múltiples irregularidades. “En base a la inspección realizada, los funcionarios intervinientes concluyeron que el centro médico no cumplía con la ley 17132, no cumplía con la resolución N° 2385/80 y modificatorias, no contaba con director médico responsable a cargo y excedía lo habilitado y/o autorizado en la disposición 2180 del año 2012, y que por tal motivo los inspectores sanitarios procedieron a la clausura preventiva del establecimiento”, se explicó.
Por este motivo, la fiscalía pidió que vaya a juicio oral acusado por el homicidio simple con dolo eventual y por la falsificación de la historia clínica, el primer procesamiento que Lotocki tuvo en la causa en 2021.