La Unidad Fiscal Especializada en Delitos Informáticos de la Ciudad (UFEDyCI), coordinada por la fiscal Daniela Dupuy, solicitó el requerimiento de juicio al docente de un colegio de Escolaridad Primaria ubicado en el barrio de Villa Devoto.

Durante la investigación se pudo determinar que el docente tuvo un proceder abusivo hacia sus alumnos adolescentes en diferentes colegios donde trabajó, y se logró individualizar a 21 víctimas menores de edad, cuyos hechos ocurrieron desde el 1990 hasta la actualidad.

El imputado será juzgado por los delitos de grooming, abuso sexual agravado, tenencia de material de abuso sexual infantil, suministro de material pornográfico a menores de edad y suministro de estupefacientes; todo ellos reiterados en el tiempo y en calidad de autor.

El caso se inició en mayo de 2020 -en pleno aislamiento social- cuando familiares de un niño de 12 años, alumno del imputado, hicieron la denuncia y aportaron intercambios de conversaciones por whatsapp de contenido sexual y erótico entre el profesor y el niño, comprobándose que el docente le envió imágenes sexuales al menor.

A partir de la inmediata investigación, la fiscal especializada en Delitos Informáticos Daniela Dupuy solicitó una orden de allanamiento y la detención del profesor, medida que fue llevada a cabo por el Cuerpo de Investigaciones Judiciales del MPF CABA (CIJ), encontrando al imputado en su cama junto a otro alumno adolescente.

Por la gravedad de los hechos, la fiscal solicitó la prisión preventiva que fue dispuesta por la Jueza Cristina Lara, a cargo del Juzgado PCyF N° 21. 

La Unidad Fiscal Especializada en Delitos Informáticos inició múltiples medidas de investigación tendientes a individualizar otras posibles víctimas, por lo que se procedió el secuestro de dispositivos electrónicos del imputado. Así como también vaselina, papeles usados, juegos para niños, alcohol y estupefacientes que se encontraron en su domicilio durante el momento de su detención.

Después de un arduo trabajo, se lograron individualizar 21 víctimas menores de edad, cuyos hechos ocurrieron desde el 1990 hasta la actualidad. Las víctimas fueron alumnos en cada uno de los colegios donde el investigado prestó servicios como docente de escolaridad primaria.