El empalme de Avenida Lugones con la Panamericana mostraba enormes filas y demoras. El tránsito a paso de hombre y por momentos parado por los retenes que comenzaron a controlar el acceso a la Ciudad de Buenos Aires y sus principales puntos de entrada.

A su vez, la avenida General Paz estaba muy congestionada desde Cantilo hasta Liniers, en la mano al Riachuelo, debido al gran caudal de autos que desde la Panamericana sube a la General Paz hacia el Puente La Noria.

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En el mismo sentido, en el Acceso Oeste, las demoras comenzaban a la altura de Moreno, en dirección hacia la Capital Federal, con gran caudal de autos proveniente de la ruta 7 y la zona de Luján. 

También había demoras importantes en las autopistas Richieri y Dellepiane hacia la Capital Federal, para el tránsito proveniente de las zonas Cañuelas y Ezeiza.