La querella de AMIA y DAIA pidió 20 años de prisión para Telleldín por el atentado
El abogado de las instituciones querellantes solicitó una "condena" para el acusado Carlos Telleldín, en el juicio por la voladura de la mutual israelita del 18 de julio de 1994 que provocó la muerte de 85 personas. Fue en su alegato final ante el Tribunal Oral Federal 3.
La querella conjunta de la AMIA-DAIA pidió hoy condenar a 20 años de prisión a Carlos Telleldín por el delito de estrago doloso seguido de muerte y lesiones gravísimas, en el segundo juicio por el atentado a la mutual israelita, al finalizar su alegato ante el Tribunal Oral Federal 3.
Los alegatos finales en el segundo juicio oral por el atentado a la AMIA comenzaron este miércoles en los tribunales de Retiro con un único acusado, Carlos Telleldín, como presunto partícipe necesario del ataque terrorista que causó 85 muertos el 18 de julio de 1994 en la mutual judía del barrio porteño de Once.
A poco más de 26 años de la voladura de la sede de Pasteur 633, el Tribunal Oral Federal 3 escuchó el alegato final de la querella unificada de AMIA y DAIA, que pedió condenar al único acusado.
El debate se reanudó de manera virtual el 23 de junio pasado con sólo uno de los tres jueces del Tribunal presente en Comodoro Py 2002, en medio de la pandemia de coronavirus y luego de quedar suspendido el 20 de marzo. Esta misma modalidad se usa para los alegatos finales, en los cuales la querella se expresó hoy.
"Telleldín fue el primer detenido que tuvo la causa AMIA, por ser el último tenedor conocido de la camioneta que fue usada como coche-bomba en el atentado contra la AMIA", sostuvo el abogado Miguel Bronfman.
El querellante pidió condena para el exreducidor de autos, procesado como quien entregó la camioneta Traffic usada como cochebomba diez días antes del atentado, en una operación que él siempre dijo que fue una venta y sobre la cual recayeron las acusaciones.
Telleldín es el único acusado en este debate y le imputan haber entregado la camioneta Traffic que explotó en la AMIA. La querella consideró que el motor de la camioneta que se encontró en los escombros de la AMIA estuvo en su poder y pertenecía al vehículo quemado.