En Chile, los constituyentes eliminaron el Senado: ¿Cómo será la nueva cámara legislativa?
La nueva Carta Magna será sometida a un plebiscito de participación obligatoria el próximo 4 de septiembre. El debate legislativo se abrió tras el levantamiento popular de 2019 en el que fallecieron más de 30 personas.
La convención que redacta la nueva Carta Magna de Chile aprobó en las últimas horas la idea de sustituir el Senado por un órgano alternativo nuevo denominado “Cámaras de las Regiones”, cuyo tipo de funcionamiento resta definir.
Por 104 votos a favor, 42 en contra y 6 abstenciones, la instancia dio luz verde a la idea de crear este nuevo órgano, que complementaría a otra cámara, sobre la que no se han establecido detalles, pero que se prevé sea similar a la actual Cámara de Diputados.
“La Cámara de las Regiones es un órgano deliberativo, paritario y plurinacional de representación regional, encargado de concurrir a la formación de las leyes de acuerdo regional y de ejercer las demás facultades encomendadas por esta Constitución”, dieron a conocer a través de un comunicado.
Eso sí, en lo que todavía no hubo consenso fue sobre la composición y tampoco sobre el alcance de las leyes de acuerdo regional o del resto de atribuciones del órgano, que en un inicio iban a ser menores a las del actual Senado, pero que ahora deben volver a debatirse en la Comisión de Sistemas Políticos.
La fórmula de la Cámara de las Regiones fue la forma que encontraron los constituyentes para destrabar las discusiones entre los sectores bicameralistas y los unicameralistas.
Además, tampoco prosperó la idea de modificar la actual Cámara de los Diputados para convertirla en un "Congreso de los Diputados, deliberativo y plurinacional" y que ejercería la potestad legislativa y la labor de fiscalizar al presidente de la república.
En concreto, Chile hoy enfrenta una serie de cambios en el plano legislativo que, en lo concreto, todavía no tienen una resolución definitiva para entender de qué manera funcionará uno de los principales poderes.
Cabe recordar que este proceso se inició como vía política de resolución para desarticular la ola de masivas protestas que comenzó en 2019 y que dejó más de treinta fallecidos, miles de heridos y removió los cimientos de Chile, uno de los países más estables de América Latina.
En caso de aprobarse en el plebiscito de salida, el próximo 4 de septiembre, la nueva Constitución sustituiría a la actual, heredada del régimen de Augusto Pinochet (1973-1990) y considerada por muchos como el origen de las grandes desigualdades del país por su corte neoliberal.