Es difícil de creer que un año y tres meses después del inicio de la pandemia del coronavirus en la Argentina, hoy se esté atravesando el peor momento en el país. No solo por la experiencia adquirida en este tiempo sino también por la llegada -a cuentagotas- de las vacunas contra el Covid-19. Aún así, el pico de este año llegó antes y con mayor ferocidad.

Es cierto que el virus sufrió mutaciones y eso complicó la ecuación, pero las explicaciones no alivianan la carga de quienes tienen que enfrentar la gestión. El caso más emblemático es el de los municipios, que muchas veces cuentan con pocos recursos y aquellos que tienen más, tienen que colaborar con el de al lado y al poco tiempo están en crisis.

En cualquier caso, en el marco de la pandemia la situación es crítica a nivel general y en todos los sistemas, no solo el sanitario, aunque este es el más friccionado y tensionado, sin lugar a dudas. En efecto, si bien el tan mentado porcentaje de ocupación de camas de terapia intensiva en el AMBA bajó en las últimas semanas, el problema es cada vez mayor en el interior bonaerense.

“El caso de Bahía es bastante particular porque tiene 8 hospitales. Pero el más grande, que es el interzonal, es referencia de 15 distritos de la región. Y la gran mayoría de ellos no tienen terapia intensiva, salvo Tres Arroyos, Punta Alta, Pigüé y Coronel Suárez, que son los que algo contienen. El resto no contiene nada. El problema que tenemos es que se deriva acá. Algo natural y que sucede siempre, pero que en estas circunstancias toma otra relevancia”, apuntó a Data Clave el intendente de Bahía Blanca, Héctor Gay (PRO). 

Asimismo, el jefe comunal no ocultó su malestar con algunas disposiciones del gobierno provincial. “Somos el único distrito de toda esta zona que está en fase 2 y otros que están peor siguen en fase 3. Por lo que nos deja en desventaja con varias restricciones como la suspensión de clases. Obviamente, el número de camas ocupadas en Bahía nos termina llevando a fase 2 por el decreto de Nación que alcanza a ciudades de más de 300 mil habitantes”, disparó.

Y agregó: “El tema que Gollán ha entendido recién ahora es este, los distritos me ocupan el hospital principal y resulta que por eso yo caigo en fase 2 y ellos siguen en fase 3. No es justo, más allá de que por la pandemia y por solidaridad los aceptamos. Mar del Plata tiene un problema similar. La disputa es que no nos dejen expuestos políticamente a nosotros mientras otros que están peor tienen menos restricciones. Ese es el cuadro de situación actual”.

El drama de la falta de camas en la provincia de Buenos Aires: tironeos entre municipios y con el sistema privado

La gravedad de la situación descripta por Gay se refleja en las palabras del intendente de Tres Arroyos, quien en las últimas horas imploró a la población que refuerce los cuidados por el colapso del sistema en la ciudad. 

“Nuestras terapias intensivas se encuentran al tope de la capacidad y la internación general sigue en el mismo sentido. Llegamos al límite de la capacidad de camas y del personal sanitario, como también en otros lugares donde antes se podía derivar”, señaló el municipio en el dramático comunicado. Y agregó: “Nuestro escenario es extremadamente difícil. Esta situación hace que quien tenga que ser internado, próximamente deberá ser atendido en su domicilio”.

Las disputas políticas a la orden del día

Es evidente que la política se cuela en la discusión, porque las tensiones están a la orden del día. Días atrás, el alcalde bahiense le pedía al Gobernador Kicillof que habilite el hospital modular instalado en Monte Hermoso (ubicado a poco más de 100 km de Bahía) para colocar camas UTI y así relajar de alguna manera el sistema sanitario. La respuesta no tardó en llegar.

“No sé si para cubrirse o para qué Gay dijo que le iba a pedir al gobernador que apure la habilitación del modular covid en Monte Hermoso, que eso iba a permitir descomprimir las camas UTI en el caso de ser necesario. Pero es un desconocimiento total de todo, los modulares no están previstos para eso. Tienen consultorios para atención de síntomas en el verano y no tienen sala de internación. Tiene camas de atención primaria”, remarcó a este medio el jefe comunal de la ciudad costera, Alejandro Dichiara. 

En la misma sintonía, el montehermoseño arremetió: “Bahía tiene un hospital interzonal que lo utilizamos en toda la región, que no tiene camas disponibles, como ocurre en todos los hospitales de la ciudad. Un poco producto de la desidia de no haber controlado las cosas como deberían haberlo hecho. Hoy en fase 2 tienen los gimnasios abiertos porque no los controlan. Es difícil trabajar así. Pero nosotros nunca tuvimos ni tenemos camas de terapia intensiva. Así que esperemos seguir en fase 4 con un caso por día para no necesitar camas, porque en Bahía no hay. Mucho cuidado de la población y control estricto por parte del Estado”.

Aunque aclaró: "Todos los intendentes tienen el mismo problema porque en ningún centro regional hay camas. Pero no tiene que ver con colores políticos. El interzonal de Bahía lo maneja la provincia y no hay camas. Es un tema del manejo de la pandemia, que en muchos lugares se les ha ido de las manos”.

El drama de la falta de camas en la provincia de Buenos Aires: tironeos entre municipios y con el sistema privado

En efecto, el tironeo por los pacientes es transversal en la provincia y el discurso se repite en varias ciudades. “El 30% de los pacientes no son de Junín. No está colapsado pero sí está lleno. Es complejo pero es así. Hay que ser solidario con la región, pero en algún momento va a estar difícil tener que elegir”, apuntaron desde el municipio a Data Clave.

Asimismo, agregaron: "El sistema está tensionado y hay días que está a tope, pero creemos que no va a colapsar nunca. Tenemos lugares para poner pacientes más leves. Nunca se utilizó todavía". Y reconocieron: "Pero siempre está el tironeo político. La visión del intendente es salvaguardar la economía, además de la salud"


Un problema complejo: la asignación de camas en el sector privado

Uno de los grandes problemas de esta segunda ola de Covid-19 en el país es que a pesar de que se esperaba un rebrote de casos, ocurrió un tiempo antes de lo previsto. Esta llegada antes de tiempo de los nuevos casos encontró a un sistema de salud que de a poco volvía a cierta normalidad, con tratamientos que iban más allá del coronavirus. Por lo tanto, había -y hay- camas de terapia intensiva ocupadas por otras patologías. 

Pero la situación es más complicada todavía en el ámbito privado, donde el Estado no tiene jurisdicción. En algún momento se trabajó y se trabaja en conjunto, pero hay cuestiones que son de índole independiente. Entre ellas, la decisión sobre la adjudicación de camas.

“Las clínicas están dividiendo las camas UTI para covid y uso común porque las obras sociales les pagan más las internaciones comunes que por coronavirus. Entonces se llenan las de covid y sale en todos lados que hay colapso, pero en realidad la UTI común no está lleno. Eso también pasa”, dispararon desde un municipio bonaerense a Data Clave. Y no son pocos los distritos de la provincia donde buena parte del sistema de salud está privatizado.

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