El caso de los hermanos Bustos Fierro: la Justicia rechazó un tratamiento millonario en EE.UU.
El juez Alejandro Sánchez Freytes no hizo lugar al amparo para que una prepaga y el Estado cubran un trasplante de médula ósea en Minnesota. Cuatro de los cinco hijos del matrimonio padece adrenoleucodistrofia y su historia se hizo conocida por una campaña solidaria, en 2011.
En 2011 y de la mano de la colecta solidaria "Un milagro para Agustín" se conoció la historia de un niño llamado Agustín Bustos Fierro. Él y sus hermanos padecen adrenoleucodistrofia (ALD), una enfermedad poco frecuente y progresiva que lleva a un coma prolongado o la muerte. La campaña recaudó $1.000.000.
Agustín y su hermano Joaquín fueron trasplantados en el centro médico de Minnesota, Estados Unidos, y travesaron muchas complicaciones posteriores. La familia regresó al país en 2013 con sus hijos estabilizados y con un importante número de medicamentos como parte del tratamiento a seguir.
Posteriormente, el tercer hijo del matrimonio, Matías, fue también diagnosticado al igual que Benjamín, el más chico, quien requiere un trasplante de médula ósea urgente. Por ello, Jorge Javier Bustos Fierro y Cecilia Irene Bursi acudieron a la Justicia contra la prepaga OSDE y Estado Nacional con el objeto que brinden la cobertura total en el centro “Health Fairview Center for Pediatric Bone Marrow and Transplantation de la Universidad de Minnesota”.
El costo estimado del tratamiento es de US$800.000, sin incluir traslados, estadía y viáticos. No obstante, el Juzgado Federal de Córdoba 2, a cargo del juez Alejandro Sánchez Freytes, rechazó el amparo y advirtió que el tratamiento se realiza actualmente en Argentina, por ejemplo, en los centros “Hospital de Pediatría Garrahan”, “Fundación Favaloro” y “Hospital Universitario Austral".
Tras varios informes, el magistrado consideró que el trasplante requerido "puede ser realizado en múltiples y prestigiosos establecimientos públicos y privados de la República Argentina”, y que “tampoco se ha aportado prueba concluyente de que el trasplante que se efectúa en nuestro país tenga mayores riesgos y complicaciones que el que se realiza en el Hospital de Minnesota”.
"(…) si bien resulta plenamente comprensible que los padres del menor quieran acceder al mismo tratamiento que recibieron sus otros hijos, la decisión judicial debe estar fundada en la ley”, concluyó el juez al rechazar el pedido.