Dudas y quejas en comercios por el nuevo cierre a las 20 en territorio bonaerense
La nueva disposición generó gran incertidumbre en las cadenas y en las pequeñas y medianas empresas. Hay malestar en algunos sectores de comerciantes, otros apoyan las medidas.
La decisión del gobernador bonaerense Axel Kicillof de cortar la actividad comercial a las 20 y hasta las 6 de la mañana del día siguiente, generó gran controversia y sobre todo incertidumbre en algunos rubros que parecen quedar a mitad de camino de la nueva normativa. La única salvedad fue para los bares y restaurantes, que podrán estar abiertos solamente hasta las 23.
En esa nebulosa del medio aparecen los supermercados, que no terminan de quedar en ninguna categoría y tampoco hay una consigna clara al respecto, ya que las decisiones que los afectan pueden estar sujetos a cambios de cada jurisdicción.
“Es difícil hacer algo generalizado a nivel país. Cada provincia, cada municipio hizo un protocolo en particular. A nivel general no tenemos nada. La primera vez (en 2020) se había hecho así, pero después con las facultades de cada municipio para tomar las medidas que quisiera... eso dificultó la aplicación de una norma general. Por el momento a nivel general no hay nada”, apuntó a Data Clave la secretaria de la Cámara Argentina de Supermercados, Rosa Amoia.
En tanto, ante la consulta de este medio para echar luz sobre la situación, desde Provincia señalaron que “para la comunicación oficial al respecto hay que esperar a los que se publique a través de los canales de difusión institucionales del Gobierno de la Provincia y la normativa correspondiente”.
Donde está repartida la aceptación y el rechazo a las nuevas disposiciones en el sector de comerciantes y emprendedores. Desde la Unión de Emprendedores de la República Argentina expresaron a Data Clave su profundo malestar con las nuevas restricciones.
“Consideramos que muchas de estas medidas están señalando a los comerciantes, a los dueños de restaurantes y bares como los responsables de los aumentos de casos y el crecimiento de la pandemia en la Argentina. Cuando nuestro sector fue el que más invirtió de sus propios recursos para controlar la cuarentena”, disparó a este medio el titular de la UERA, Rodolfo Llanos.
Y agregó: “¿cómo puede ser que el gobierno decida que nosotros somos los culpables y nos tiene que cerrar? Cuando todos sabemos que el crecimiento de la pandemia y de los casos nada tiene que ver con los comercios y emprendedores. El crecimiento se da en la falta de control en las fiestas clandestinas, en los espectáculos, marchas y actos políticos masivos. Hoy nos culpan a nosotros y nos sancionan cuando estuvimos todo el tiempo del lado de la sociedad cuidando y protegiendo para que no crecieran los casos”.
En la misma sintonía, Llanos apuntó: “Esta medida lo único que hace es destruir el trabajo, el comercio en la Argentina. Por eso le pido al Presidente que no se apure, que no tome medidas inconsultas. Que no crea que juntándose con la CGT o la UIA va poder tomar las mejores decisiones para el país, porque ninguno de ellos tiene un comercio ni tiene que despedir gente cuando tiene que cerrar. A los que estamos en la calle nadie nos llama para preguntarnos cuáles son las mejores opciones para endurecer protocolos y horarios”.
Y advirtió: “Es importante seguir trabajando e insistir en que no vamos a acatar las medidas que nos parecen irracionales. Vamos a acatar aquellas que nos parecen bien y razonables. Llamo a todos los comerciantes y emprendedores de la provincia y el país a perseverar en las medidas que tienen que ver con la precaución. Pero que quede claro: no vamos a cerrar nuestro negocios. Los bares y restaurantes no se pueden fundir en nuestro país. El 60% de la masa laboral corresponde a los comercios y pequeños emprendedores. Si cerramos se destruye la Argentina. Vamos a seguir abriendo cuidándonos y cuidando más a nuestros clientes”.
En tanto, el vicepresidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Fabián Tarrío, habló con Data Clave y manifestó: “nosotros estamos preocupados. El sector está muy complicado. Estas medidas afectan mucho a los 40 municipios del Gran Buenos Aires. Cerrar a las 23 acorta también la posibilidad de dos turnos a la noche. La gastronomía está muy complicada. En cuanto a los comercios, si bien hay un margen para trabajar en CABA, la realidad es que no pasa tanto por el horario de cierre sino por la circulación en la calle. Cuando se estrechan los controles circula menos gente, se cuidan más y salen menos, gastan lo necesario. Muchos ni tienen para gastar”.
Y enfatizó: “La economía del consumo cotidiano del comercio minorista está muy deteriorada y lo que vemos hacia adelante con estas restricciones nos parece razonable, pero en verdad vamos a tener que acudir a ayudas que sean un poco más importante que los REPRO porque hay sectores que no aguantan. El Gobierno tiene que atender estos pedidos que hace CAME. Estamos en un momento muy difícil”.
Por último, Tarrío aclaró una cuestión importante sobre los horarios de cierre: “Los supermercados más chicos tienen la misma condición horaria que los demás comercios, a las 20. Ellos también están sufriendo bajas en las ventas”.
“Estamos con incertidumbre. Realmente el comercio minorista no tiene restricciones, pero sí va a atender como el año pasado, con muy poca gente adentro. El caso de los restaurantes, con el cierre de las 23 pierden el segundo turno. El caso de los supermercados, no tienen horario de cierre porque son esenciales”, apuntó el presidente de la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires, Alberto Kahale, en diálogo con el medio.
Aclaró: “con respecto al año pasado esto es una panacea, pero seguro va a haber despelote porque al que le toque cerrar no va a querer. El que tenga que cerrar no va a resistir. Estamos preocupados, pero hay que entender que estamos en el momento más difícil de la curva de contagios. Casualmente la semana pasada sacamos un comunicado con CAME y otras cámaras empresarias para concientizar sobre los cuidados. Esperemos que estos días hasta el 30 de abril la gente tome conciencia”.
Por su parte, el Presidente de la Asociación de Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC), Leo Bilanski, señaló a este medio que “creemos que es prioritario proteger la salud para proteger al trabajo y la producción. La experiencia vivida en un año y un mes de pandemia nos da alguna claridad respecto de qué actitud hay que tomar en esta segunda ola que es más parecida a un tsunami”.
Asimismo, el empresario añadió: “Estamos en una situación en la que hay que garantizar la menor cantidad de contagios. las medidas restrictivas cuentan con el apoyo de nuestro sector. El 73 % de los empresarios apoyan el cierre de la actividad según el nivel epidemiológico. Donde hay brotes o contagio masivo los empresarios coinciden en que hay que cerrar de manera temporal”.