Dos conductores con autos diplomáticos rusos se negaron a hacerse el control de alcoholemia en el barrio porteño de Recoleta y la Policía de la Ciudad y de la Federal debieron acudir al lugar.

Según las primeras informaciones, el primer hombre, que dijo ser “diplomático”, no quiso presentar los papeles de su auto, así como tampoco someterse al control de alcoholemia que se realiza en la Ciudad desde el martes 24 de diciembre por los festejos de Nochebuena y Navidad.

En este marco, personal de Tránsito debió llamar a efectivos de la Policía de la Ciudad para que participe del operativo contra el conductor. Minutos después un agente de la Policía Federal se presentó en la inspección.

Asimismo, también acudieron agentes que pertenecerían a la Embajada rusa, quienes en todo momento grabaron con sus celulares a los periodistas que están cubriendo el caso.

Por su parte, el Ministerio de Seguridad nacional, en conjunto con la Cancillería, enviaron al departamento de Seguridad Diplomática de la Policía Federal Argentina para hacerse cargo y cumplir con la convención de Viena y la leyes que rigen las relaciones diplomáticas. “Se lo escoltará a su Embajada y las actuaciones seguirán por canales federales”, sostuvieron en un comunicado.

Como es costumbre, durante la época de las fiestas en la Ciudad de Buenos Aires se llevan a cabo los controles de alcoholemia correspondientes en diferentes puntos de la Capital. Además, agentes de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) y de Fiscalización de Espacios Públicos supervisarán la venta de bebidas alcohólicas en comercios y plazas para asegurar su cumplimiento. El Gobierno porteño anunció que hubo un refuerzo adicional a sus operativos de control regulares para aumentar la prevención durante la Nochebuena y Navidad, con el objetivo de garantizar la seguridad vial y el orden en sus 15 comunas.

Este esfuerzo se justifica por un dato que prende las alarmas en las oficinas de tránsito porteño: el 21% de los siniestros viales fatales en el distrito están relacionados con el alcohol.

El procedimiento de los controles incluye la verificación de documentación obligatoria, el uso de alómetros para detectar presencia de alcohol y, en caso de resultados positivos, la realización de un test con alcoholímetro que determine el nivel exacto de alcoholemia.

Según información oficial del Gobierno de la Ciudad, en los operativos por Navidad se hicieron 5399 testeos hasta las 7 del miércoles 25, una cifra que casi duplica la del año pasado. Hubo un total de 45 positivos a quienes se les retuvieron las licencias de conducir y una tasa de positividad de 0.83%.

Cuáles son las sanciones si el resultado es positivo

Las sanciones varían según el dosaje de alcohol en sangre. Para quienes registren entre 0,5 y 1 gramo por litro, las multas van desde $94.530 hasta $630.200, sumado a la inhabilitación de la licencia entre dos y cuatro meses, con posibilidad de reducción si se completa un curso de educación vial.

Para los casos de más de 1 gramo por litro, las multas pueden alcanzar hasta $1.260.400 o incluso penas de arresto entre uno y diez días. La inhabilitación mínima para estos casos es de cuatro meses y puede extenderse hasta dos años, sin posibilidad de suspensión.

En la Ciudad, los límites legales de alcoholemia son estrictos: 0,5 gr/l para conductores de autos particulares, 0,2 gr/l para motociclistas y 0,0 gr/l para principiantes y conductores profesionales. Estas restricciones buscan alinearse con las mejores prácticas internacionales para reducir accidentes viales.

Comparado con la Nochebuena de 2023, hubo 2.265 testeos más (5399 contra 3134): aumentaron un 42%. Y la tasa de positividad fue similar: este año fue de 0.83% y el año pasado del 0.9%.

Cabe señalar que en 2024 el Gobierno de la Ciudad hizo más de 360.000 controles de alcoholemia.